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Estaban los dos sentados en el suelo, en la sala de la casa de Jimin para ser exactos.
Yoongi fue obligado a salir de su hogar para ir a visitar al menor. Éste había hecho un berrinche luego de que su hyung dijo que no iría a su casa.
-Bien hyung, comenzaremos por mi color favorito, el rosado.- Dijo el pequeño sacando un lápiz del color nombrado con anterioridad.
-¿No es bonito, hyung?- Preguntó Jimin con una dulce sonrisa.
Yoongi soltó un gruñido de enfado. -Te dije que no puedo ver los colores, niño.- comentó cruzándose de brazos.
Jimin formó una perfecta "o" con su boca y asintió al recordar lo que su mayor le había dicho días atrás.
-Mi mami me dijo que el color rosa es igual a la gentileza, el amor y la in-inocencia.- Dijo apretando sus manitas sobre sus muslos, ya que se había aprendido dicha información de memoria para decírsela a su hyung.
Yoongi miró asombrado al menor ya que había notado que esa era una información compleja para él, y debió aprendersela solo para él.
-Muy bien, creo que lo entiendo.- Dijo el mayor observando al pequeño niño en frente de él.
Sonrió ya que Jimin le hacia recordar al color rosado, gentil, amoroso e inocente. Se acercó para acariciar los cabellos del chico haciendo que este se sonrojara levemente.
-Gracias, mocoso.- Fue lo que dijo el mayor antes de salir por la puerta con su madre.
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