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Era el cumpleaños de Jimin y su mayor fue a su casa para visitarlo con su madre. Como regalo, le compraron un peluche, Yoongi pidió uno rosado para su dongsaeng.
Los ojos del menor brillaron al ver el lindo regalo y al niño que lo tenia en sus manos. -¡Hyung! Muchas muchas gracias.- Dijo emocionado saltando para abrazar al mas alto.
Pasaron toda la tarde juntos, pero había algo extraño, Jimin no había intentado hablar sobre ningún color ese día.
La madre de Yoongi dio el aviso de que ya debían irse. -¿No vas a decirme nada mas?- Preguntó curioso el niño a lo que el pequeño solo negó con la cabeza y se encogió en su lugar. -El color favorito de mi hermano es el amarillo, dime algo sobre él.- Pidió un tanto desinteresado el mayor para sentarse en el suelo junto a su amigo una vez mas.
Notó que Jimin se sonrojó y abrió sus ojos en señal de sorpresa. -Creí que le molestaba.- Confesó apenado.
-No podría molestarme menos.- Le contesto el mayor haciendo una media sonrisa que ocultó volteandose hacia atrás.
Jimin se acercó al mayor mientras escuchaba a la madre de este hablar. -Creo que es un color muy bonito, umh.. así se ve el sol.- Dijo sonriendo. -Muy brillante.-
Su hyung se levantó del suelo -Como tú- dijo y caminó hacia su madre para poder irse.
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