una vida de mala racha

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En una granja lejana a la ciudad de Reinitefel  vive un hombre llamado Hans miulenchster, nacido en la capital del país, luego de la invasión de Trugfit en el setenta y cinco su familia se mudo a un pueblo conocido como Mangatíl, pueblo en el cual vivieron y se mantuvieron por muchos años, cuando  Hans llegó a sus diez años de edad apareció en el Mangatíl un grupo de hombres armados, decían llamarse la tropa de purificación, con el proposito de mantener una población nivelada para crear una utopia . A los ojos de los habitantes de la capital y las ciudades cercanas a esta la tropa de purificación y sus hombres eran unos héroes, pero la triste realidad era que ellos no eran mas que unos asesinos a sangre fría los cuales asesinaron a todo el pueblo de Mangatíl, incluyendo a la familia de Hans, o bueno, almenos eso creían.
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El joven de diez años con la sangre su familia y amigos sobre el empacó una maleta con ropa algo de comida, unas botellas con agua y huyó lo mas lejos que pudo, después de que caminasé por muchos días y se perdiera luego de atravesar por valles, montañas y bosques, terminó en un campo de trigo cuando su cuerpo ya no le respondía más por la deshidratación, el hambre y agotamiento. El pobre muchacho cayó desmayado y ahí pasó dos días al borde de la muerte, hasta que un granjero que pasaba recolectando su trigo lo encontró, era un hombre como de unos cincuenta años, barbudo y canoso, llamado Jeff y de apariencia corpulenta.
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El hombre lo cargó en su hombro y lo subió a su tractor con el propósito de brindarle ayuda al muchacho que se encontraba en estado critico, luego de unos veinte minutos llegaron a la casa de la granja propiedad de Jeff, puesto que Hans estaba en un estado deteriorado, con espinas, y raspones la mujer de Jeff, Marta, le abrió rápidamente la puerta y despejó el sillón para que Jeff dejara a ese muchacho que encontró en el campo, le dieron de beber y de comer, también le  propinaron una habitación, después de dos semanas el muchacho se encontraba como nuevo.

Hans acababa de despertar y no recordaba mucho de lo que había sucedido salvo que un hombre lo había ayudado y lo salvo de la muerte. Bajó lentamente las gradas, entró a la cocina mirando todo a su alrededor.

-Veo que al fin despertaste-dijo una señora que estaba cocinando.

-si señora, disculpe las molestias ya me iba- respondió Hans

-nononono, querido apenas te acabas de recuperar, no dejaremos que  te vayas-le dijo la señora mirándolo con una cara de autoridad.

--disculpa hijo, ¿cual es es tu nombre?- le pregunto Jeff

-mi..mi nombre es Hans miulenchster-dijo Hans

-hoy me acompañarás a en el granero, pero primero desayuna he iremos al campo-afirmo Jeff.

-por cierto yo soy Jeff Morrison y ella mi esposa claudia Morrison

Después de un buen desayuno Jeff le dejó sobre la cama un montón de ropa a Hans.

-es lo único que te puedo ofrecer muchacho- dijo mientras salia del cuarto.

Hans sonriendo se puso una camiseta polo negra, una camisa manga larga vinotinto con rayas moradas,  un pantalón de Jean negro y salió a hacía el tractor mientras que Jeff lo prendía, se subió y Jeff le enseñó como recoger trigo con el tractor, esa misma tarde el le mostró como se realiza el mantenimiento a la granja desde ordeñar vacas hasta recoger huevos. Con el tiempo Hans los fué queriendo mas y mas hasta que llego a sentir por ellos el mismo afecto que se siente por un padre y una madre.

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