Criaturas del destino

el tiempo cura heridas pero no evita nuevas

Y así el tiempo fue pasando y poco a poco Hans fue adoptando un espiritu de granjero, el tiempo fue sanando la heridas que le habían ocacionado a Hans y cuatro años despues en una mañana de invierno en plena navidad Jeff despertó primero que Claudia y Hans, su propósito era  recoger un regalo ya que ese día diez y seis de diciembre Hans cumplía años, para ser exactos cumplía sus meros  catorce años de edad, por lo tanto Jeff había encargado un saco de gato con orejitas  y otro igualmente de gato, pero este ultimo del tamaño de una persona con enanismo ya que le dejaría tener un perro grande para la granja.

El viejo de cincuenta y tres, casi cincuenta y cuatro años, se montó en su camioneta la cual Hans llamaba  Barney  puesto que le recordaba al tétrico y extraño dinosaurio de la serie Barney el dinosaurio ya que la camioneta era de un color morado con la varillas del techo verde y un cromado verde  por abajo. El hombre tenía mucha alegría ya que Hans había estado hablando sobre ese saco todo el verano pero no pudo comprarlo debido a que sus ahorros no llegaron ni a la mitad del costo, y también mencionó mucho la idea de tener un perro o algún animal que le hiciese compañía.

Jeff  quitó el seguro de mano, pisó el embrague y apretó el pedal hasta el fondo haciendo que los sonidos de la vieja y desgastada camioneta despertaran a Hans, Jeff salió de la granja mientras se despedía de Hans con un ademán,  el cual era correspondido por Hans frotándose los ojos por el sueño, el viejo relajó su espalda puso su CD de brown sugar de los Rolling Stones  (que vivan las morenas sensuales) e iba cantando mientras veía a unos motociclistas parados a un lado de la carretera los cuales se quedaron mirándolo. Luego de llegar al pueblo de  Mangatil el cual ya se había recuperado  de su tragedia puesto que luego de que todos los habitantes menos Hans fueran asesinados un pueblo de desplazados se acomodó en el lugar haciendo de Mangatil un pueblo feliz nuevamente.

Al llegar a la tienda de su amigo Rob, Jeff estaba emocionado, charlaron tomaron un café y luego Rob le entregaría el saco y el traje de gato a Jeff,  Jeff como era de costumbre pasó a saludar a otro amigo suyo el cual le dijo que debía irse antes del atardecer ya que una peligrosa pandilla rodeaba las cercanías, al oir esto Jeff se dió cuenta de que ya eran las seis de la tarde, por que puso en marcha el coche hacia su camino a casa,  el como siempre que iba al pueblo tomó el atajo que siempre usaba el cual atravesaba un bosque cercano a la granja. Cuando vió lo que parecía ser  un auto accidentado Jeff instintivamente salió del auto y fué a auxiliar a los heridos, cual fué su sorpresa al darse cuenta de que  no había nadie en el auto rápidamente corrió hacia su vehículo, cuando estaba apunto de llegar salieron diez hombres con mascaras que les cubrían desde la nariz hasta abajo de la barbilla, estos le empujaron al suelo, revisaron todo el auto y al no encontrar nada de valor levantaron a Jeff y lo apuñalaron, cada hombre lo apuñaló tres veces, después de eso lo patearon en el suelo mientras el hombre agonizaba.

Mientras tanto en la granja Claudia estaba angustiada en la sala dandose aire con una revista como si fuera abanico, a lo que Hans pegado al vidrio de la ventana no dejaba de mirar a lo lejos por si llegaba Jeff, cuando Hans no pudo resistir mas se puso una chaqueta de cuero, unas botas café oscuro,  y unos jeans azules. Emprendió el viaje por el atajo del bosque que Jeff siempre tomaba, cuando Hans vió a Barney salió corriendo como si no hubiera un mañana, al ver a Jeff en el suelo desangrado y golpeado Hans inmediatamente lo tomó en brazos y comenzó a llorar, a lo que los hombres salieron del bosque y comenzaron  a golpearlo, lo dejaron tirado en el piso helado lleno de nieve, al otro día Hans pudo reunir fuerzas para llegar hasta la granja.