Criaturas del destino

El inicio de una amistad

Hans miró hacía abajo y se percató de que tenía puesto el saco de gato y un una criatura sobre el que solamente decía kuri, aparentemente esa cosa reconstruyó su casa y lo zanó de sus heridas, Hans comprendió que la criatura no le iba a hacer daño alguno, se levantó,abrió la puerta  y le hizo un gesto con las manos al ser para que entrara, este entro tambaleandose como si se fuera a desmayar, cuando entró por la puerta caminó unos metros para luego caer al piso. Acto seguido Hans lo tomó en sus brazos y lo acostó en su cama y lo cobijó, cuando se aseguró de que ya no le haría falta nada mas sacó un ropón y se acostó en el suelo a un lado de la cama.

En la mañana Hans se levantó creyendo que todo lo sucedido no fué mas que un sueño
Muy extraño,  se metió al baño se quitó la ropa,  entró en la ducha, abrió la llave y se duchó viendo tenía marcas de mugre y polvo como si se hubiese revolcado, pensó que tal vez el techo comenzaba a colapsar y eso explicaría perfectamente porque se encontraba así, pero por si las dudas lo confirmaría luego. Al cerrar la llave y secarse notó que entre la ropa que se había quitado estaba el saco de gato, lo cual no era mas que mera casualidad con el sueño, abrió la puerta y para su sorpresa el ser de lo creía era un sueño estaba en el pasillo mirándolo mientras se tallaba un ojo.

-he..bu..buenos días- le dijo Hans saludandolo con la mano.

-kuri kuri-respondió la pequeña criatura imitando el saludo de Hans, la cual se veía mucho mas tierna de cerca y aún con el traje de gato

-te..te veo abajo en la cocina en cinco minutos- dijo Hans

Se vistió, se colocó de nuevo su saco de gato y bajó, al entrar a la cocina vió al la criatura con algo entre sus manos.

-¿me dejas verlo?-preguntó Hans

El se lo entregó y Hans pudo notar que era una especie de piedra morada como una joya que decía kiri y lo demás se había roto.

-ya sé, te llamaré Kirikuri.. seras el Kirikuri mágico-afirmo Hans