VII

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Aquello había sido una locura.

En serio, debería habérselo pensado mejor antes de abrir la boca.

No iba colar ni aunque estuviera nominada al Oscar a mejor actriz.

- MC, ¿lo ves? ¿Has llegado ya?

Sí, había llegado ya. Por supuesto, lo estaba viendo. Y fue aquel imponente edificio lo que le hacía dudar de sus propias capacidades. Un inmenso inmueble, de formas clásicas y suntuosas, ventanas con balcones de forja, grandes cristales y una enorme puerta de madera.

Jumin no hacía otra cosa que insistirle.

Su voz, a través del auricular que llevaba oculto, parecía parte de su conciencia, instándole a seguir adelante.

Directa a la boca del lobo.

O de la loba.

- Sí, Jumin.


* * * * *


- Nos enfrentamos ante una especie de secta, ¿no? Se supone que no hay mejor manera de infiltrarse que hacerse pasar por uno de ellos, es decir, este tipo de organizaciones quiere atraer a la gente, convencerla de sus ideales y motivaciones. Supongo que si alguien aparece por allí, dispuesto a escucharlos, tiene que ser como un caramelo.

Sentados en torno a la mesa de la cocina, ansiosos por cada una de las palabras pronunciadas por ella.

- Tiene sentido -Seven había mostrado su entusiasmo desde el primer momento. Deformación profesional, preocupación por el propio V, adicción al riesgo... los motivos eran desconocidos.

- No estoy muy familiarizado con ese tipo de organizaciones. ¿Alguien podría explicarme su funcionamiento? -Jumin había adoptado el papel de hombre de negocios, aunque era inevitable ser consciente del miedo que intentaba ocultar en sus pupilas.

- Atento, cat mom.

No se podía esperar menos de un hacker. Seven había dejado de lado los cortafuegos del antivirus para adentrarse en la parte más oscura de la red. Sólo era cuestión de tiempo el dar con un anuncio sospechosamente atractivo, y... ¡Bingo! El sitio de Mint Eye, promesas de un paraíso, cultos hacía la buena voluntad, todo tipo de palabrería adornada con fantasías de un mundo mejor.

- No puedes ir sola a ese sitio, MC. Si se enteran los demás de que he estado metido en todo esto, van a matarme, sobre todo cierto actor adicto al alcohol.

- Yo voy a ir con ella.

- Seven viene conmigo.

- A eso precisamente me refiero.

- Jumin, por favor, he estado en misiones mucho más complicadas, como aquella vez que...

- Bien, señor ejecutivo ¿Tienes alguna idea mejor?


* * * * *


Lo de los micrófonos no había sido tan mala idea, puesto que les permitía estar en contacto todo el tiempo, así como activar el protocolo de seguridad en el que la guardia de los Han intervendría y los sacaría de allí en caso de peligro.

- Voy a llamar a la puerta ¿Me recibís?

- Alto y claro, MC.

Seven había desaparecido. Tan pronto como bajaron del coche y ella se adelantó rumbo a la sede de Mint Eye, le perdió la pista.

You Had Me at Hello [V, Mystic Messenger]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora