𝟕|𝐒𝐎𝐌𝐄 𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄

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—DeSaad, DeSaad, te he llamado —su voz hacía eco en la fortaleza que ambas cajas había construido. Hicieron de alguna ciudad desconocida, sin valor y relevancia su centro. De ahí, partirían las ramas que destruirían la tierra. El gran esfuerzo rindió frutos y había conseguido las primeras dos cajas, faltaba una para que la unidad fuese concretada de una vez por todas. Su alrededor era un conocido caos, que le envolvía bajo la protección de las paredes ovaladas rojizas que los dispositivos habían creado, parecía que estaban echando raíces en orden de conquistar, aniquilar completamente todo indicio de insignificante vida.

De las dos cajas nació una figura negruzca que pronto tomó la forma del rostro de DeSaad, otro conquistador de planetas igual que él. Sus ojos negros y expresión impenetrable le devolvieron la mirada—. ¿Cómo ha sido tu progreso hasta ahora, Steppenwolf?

La criatura no se veía intimidada por quien parecía ser un colega—. He reunido las dos cajas, tomadas de las manos de las Amazonas y los Atlanteanos. Los parademonios continúan en la búsqueda de la tercera, la que tienen los hombres. Están rastreándole por su aroma, pueden olerle. Pronto estarán las tres en concordancia y probaré que soy digno de volver a casa.

—Fue tu propio orgullo y arrogancia los que te desterraron. La traición es algo que se paga con un alto precio. Aún te restan diez mil planetas que conquistar antes de regresar. Prueba tu valor. Consigue las tres cajas, deja que la unidad de las mismas destroce este inútil planeta, así, Darkseid podrá reclamar lo que le corresponde —los ojos de Steppenwolf brillaron con un atisbo de esperanza en la penumbra y DeSaad pronto desapareció sin decir más. La misión a la que había sido enviado culminaría prontamente y su objetivo sería resuelto. Su hogar le esperaba.

—Que así sea.





*





El sol había desaparecido. Las primeras gotas de lluvia se pegaban al cristal. Kath podía verles resbalando y, en la lejanía, veía los árboles siendo sacudidos por la ventisca. Colocó una mano en el ventanal, sintiendo el material frío en su piel cálida. Cuando suspiró, el aire tibio de su aliento empañó el vidrio y usó su dedo para dibujar garabatos sin sentido. En el lago, las gotas formaban ondas que se iban extendiendo de a poco hasta desaparecer. No había llorado en un buen rato y no planeaba hacerlo de nuevo. Estaba decepcionada, sí, más era una clase de dolor a la que ya estaba acostumbrada y con la cual podía lidiar muy bien. Por ahí decían que no era bueno tomar decisiones en un estado de ánimo melancólico o triste, sin embargo, ella tomó la decisión de irse un segundo después de escuchar el alocado plan de Bruce. El hilo suelto que dejaron quedaría justo así, volando con el viento helado. No estaba enamorada de él, aunque sabía que podía estarlo, en algún futuro. Su partida no le afectaría tanto a sí misma como le afectaría a él. Se encogió de hombros, estaba segura de que el enamoramiento que sentía por ella desaparecería. Todo amor después de un buen tiempo deja de importar.

'Han pasado cuatro años y medio y no se ha ido' su mente le recordó, más ese ya no era problema suyo. El cansancio sobre sus hombros era abrumador. 'Todo esto... por nada.'

Cuando se dispuso a tomar la maleta que había hecho, jadeó ante la inesperada punzada de dolor que invadió el lado izquierdo de sus costillas. Caminó hacia el espejo, que estaba encima de un tocador con minimalista diseño, se levantó un poco la blusa que llevaba puesta, retirando poco a poco la gasa que cubría el corte que se había hecho en la previa pelea, siseando al ver como la furiosa línea roja cruzaba su piel sin piedad. Acercó la punta del dedo índice derecho para tocar, aunque terminó retirándole rápidamente cuando hizo contacto con su herida. Cerró los ojos, colocando ambas manos sobre el mueble y bajando la cabeza—. Lo entiendo, me queda claro que te gusta esconderte en la oscuridad —murmuró, prontamente observando a la oscura figura que le veía en profundo silencio de entre las sombras, en el umbral de la puerta—, no tengo la fuerza necesaria para escuchar lo que sea que tengas qué decir.

𝐀 𝐍𝐄𝐖 𝐇𝐎𝐏𝐄 | 𝐉𝐔𝐒𝐓𝐈𝐂𝐄 𝐋𝐄𝐀𝐆𝐔𝐄 [𝟯]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora