Para mí.

119 11 4
                                    

   Te escribo esto porque lo necesito. Me he propuesto revivirte porque me hace falta hablarte. Recordarte. ¿Estás ahí?

   Hola pequeña, te echaba de menos. 

   Quería contarte cómo ha sido mi vida sin ti. Te prometo que yo te quería, que luché por ti y no recuerdo cuándo te falle, ni cuándo te olvidé. 

   Te prometo que lo siento, que lo siento mucho. Me perdí. Me ahogué. Hubo un momento en el que te juro que toqué fondo, creo que no quedaba nada de mí. No podía ser yo. No podía ver lo que tenía alrededor, o quizás, no quería. Supongo que me acostumbré al agobio, a que supieran más de mí que yo misma.

   Pero por favor, perdóname, perdóname por fallarte. 

   Solo me queda abrazarte y aprender a mimarte. Los perdones no se piden sin más, se construyen y más si son a uno mismo. Porque sí, porque lo necesitaba, porque sé que me lo merezco.

TintaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora