Capítulo 9

46 4 3
                                    

Desperté en un sofá, confundido, me dolía la cabeza y la espalda. Al principio pensaba que era mi sofá, pero no, el mío era mucho más incómodo. Empecé a recordar un poco, solo recordaba que estaba en una fiesta. Veía muy borroso, la luz me encandilaba. Traté de levantarme, pero no podía, me dolía el abdomen. Después recordé todo: había sido apuñalado por un tipo loco. Dejé de esforzarme tanto y solo cerré los ojos de nuevo. Escuché la voz de una chica, parecía que estaba unos metros detrás de mí, hablando por teléfono.

- ¿Sí? No, no. Estoy bien, en serio, no me pasó nada. Alcancé a salir de ahí antes de que se pusiera peor. No, no vengas, estaré bien. Sí, papá regresará mañana. Está bien, buenas noches - se acercó a mí

- ¿Elizabeth?

- Parece que ya despertaste. Bueno ¿recuerdas lo que pasó?

- Alguien me encajó un cuchillo en el estómago

- Y luego te desmayaste; pero tu mala suerte continuaría y tampoco habían ambulancias disponibles en el hospital

- ¿Tú me trajiste hasta aquí?

- Con ayuda de un tipo. No te muevas, tengo que limpiar la herida

- Bien, no sé qué haría sin ti ahora, ni siquiera sabía que una herida tenía que limpiarse

- No había ambulancias disponibles ¿puedes creerlo? - fue por alcohol -. Mi papá es médico, él me enseñó todo esto; estás en buenas manos

- ¿Y dónde está él ahora?

- En una cirugía, regresará hasta mañana - se dirigió a la cocina

- Te gusta el capuchino - continuó - ¿verdad?

- Sí, así es. Supongo que recuerdas cuando tiraste uno sobre mí

- Sí - sonrió -. Lo siento por eso. Te dieron un buen golpe, parece que tu ojo quedará con un bonito moretón - Se puso de rodillas para limpiar mi cara

- No tienes que hacer esto

- Me gusta hacerlo - se sonrojo, segundos después de decirlo -. ¡No! No digo que me gustes - dijo, algo nerviosa -. Es solo que...

- Sí, - sonreí - te entiendo

- Muchas gracias por todo, Elizabeth

- No es nada - sonrió - ¿cómo te sientes? - En ese momento alguien tocó la puerta y Elizabeth fue a abrir

- ¿Johnny? - dijo al abrir - ¿qué haces aquí?

- ¿No puedo preocuparme por mi hermanita? Solo vine a ver como estabas Lizzy

- Estoy bien

- Bueno, déjame pasar - entró - ¿José? ¿Qué haces aquí?

- Lo mismo me preguntaba ¿sabes? Acabo de descubrir que ustedes dos son hermanos

- ¿Se conocen? - preguntó Elizabeth

- Explíquenme que está pasando aquí - dijo Johnny - ¡por Dios!

- Bueno - dije -, me apuñalaron en una fiesta de disfraces, me desmayé y tu hermana me trajo hasta aquí porque no habían ambulancias disponibles

- ¿Cómo demonios no hay ambulancias en un hospital?

- Bien - interrumpió Elizabeth, mientras limpiaba sus anteojos - ¿cómo es que se conocen ustedes dos?

El contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora