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Akafuri

Amor a primera vista

Temblaba tal cual chihuahua en el baño de aquel lujoso hotel, cuando los golpes dejaron de cesar se calmo un poco pero a los segundos se altero al pensar que le había hecho enojar y es que se le había ido el asunto de las manos. Había corrompido al perfecto Akashi incitándolo a algo que ni el sabía que estaba pensando en esos momentos solo recordaba su cálida respiración contra la suya, sus manos en su cintura como si demandará que fuese suyo y al momento de subirse a sus piernas fue lo peor se odiaba en estos momentos por comportarse de esa forma. Su cabeza le dolía tal vez por el choque que tuvo contra la mesa de la sala de estar, tomo con fuerza su camisa para levantarse con cuidado del suelo iba a salir para pedir disculpas.

Abrió la puerta del baño noto que Akashi ya hacía frente de la puerta con las manos juntas en su regazo tenía la cabeza gacha, como si estuviese analizando algo,  cuando noto que Kouki ya estaba fuera se acerco un poco al pequeño.

-Kouki estoy eternamente a penado no pensé que hacía y...........- unas manos se colocaron en sus mejillas pellizcando con sumo cuidado, le miraba sorprendido, los delgados brazos del más bajo se deslizaron hasta pasarse por la espalda ancha del pelirrojo noto que era un suave abrazo que decía más como un guarda silencio que un cállate. No supo responder al principio se dejó llevar y lo abrazo un poco contra su pecho. Una escena que podemos apreciar y no muy común de ver.

-Vamos a divertirnos Akashi~san.

Tenía miedo claro que lo tiene demasiado a decir verdad si algún día una persona le hace un análisis, los resultados serían 70% miedo y 30% humano, estadísticas inusuales pero era la realidad, es un gatito que se enfrenta con un gran león pero no se dejaría intimidar le comparaban con tantos animales pero el único que le veía como Chihuahua era Akashi. El pelirrojo lo había invitado a salir y no por un pequeño incidente se arruinaría todo el día.

-¿Se quedará ahí?.- parecía perplejo al cambio de humor que el castaño tuvo después de estar en el baño por más de una hora pero el solo quería que la situación no empeorara. Su ojo dorado seguía igual, cuando uno despierta a la bestia solo esa persona puede apaciguar la ferocidad que trae consigo.

-Te sigo kouki.

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Ambos jóvenes salieron de aquel lujoso hotel, pasando de la vista por algunas personas que podían reconocerle,  Akashi tiene una zona reservada con comida en la playa pero obviamente Furihata se negó quería algo más normal. Tomo las toallas que estaban en las sillas, para llevarlo a donde las demás personas estaban a lo que uno le llamaría al lugar público donde convivías con los demás de una forma pacifica. Colocó ambas toallas en la arena para dejar un bolso con bloqueador solar, dinero y un par de cosas más.

-Akashi, yo también me siento muy apenado. Me monte a usted como un jinete en su caballo.- oculto su sonrojo entre sus piernas, escuchó una ligera risa.

-Sabes montar muy bien kouki eso es bueno.

-Ahhh.- Ni siquiera le miró a los ojos sabía que tenía esa aura engreída pero le gustaba saber que no estaba molesto su nerviosismo aumento como su sonrojo.

-Quisiera que tus guardias no te siguieran tan cercas me siento cohibido gritan "largo" pero si es por tu seguridad lo soportaré.

-Pueden tomar un descanso.- hizo un ademan sabiendo que su padre no lo dejaría sin seguridad se alejaron tratando de pasar desapercibidos pero que tenían de normal ver a dos grandes hombres con traje en la playa.

Tipos de amorWhere stories live. Discover now