Tipos de amor

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Aokise

♣Toda la vida♣

Aquellas cajas se encontraban a lado de su puerta bien apiladas con furia llegó a patearlas, creando abolladuras y haciendo un desastre por la gran cantidad de objetos que salieron volando.

Había aprendido de Kise que a pesar de los desastres que creaba y sus rabietas adorables (así les llamaba su rubio) debía de recoger todo aquello roto o fuera de su lugar. Las revistas de su Mai y demás chicas se encontraban fuera, tomo una de ellas para ojearla y así calmarse más sutilmente a la belleza de una mujer.

Noto que algunas tenían sus rayones algunas era muy viejas de hace hará unos tres o cuatro años. Cuando estaba descubriendo a flor de piel que le gustaban las chicas más que los chicos aunque nunca ha dejado de amar a Ryouta ya que es el único chico que le llegaría a gustar en todo el mundo de eso si estaba seguro. Tenía todo lo que necesitaba con el, aunque en ese tiempo tuvo sueños eróticos de chicas con grandes pechos y a Kise siendo chica, tal vez se emocionó demasiado al escribir todo esa porquería. Se quedó estático... la cara de Kise mal pegada en una de sus Mai~Chan.

-No está mal!.- su pequeño cerebro de ratón tardo en procesar la información. Kise nunca se enojó o en celo por qué tuviera sus revistas por todo su cuarto cuando se veían, hasta una vez le invito a su Set para que conocería alguna y obviamente no se negó.

Fue uno de los mejores días de su vida, pudo ver a un sin fin de mujeres esculturales posar para la revista que estaba seguro que compraría, la sección era sobre los trajes baño. Mientras que del otro lado Kise tenía una sección. también fue un plan ingenioso por parte del ojidorado. Sus fotos llevaban a un rubio con traje gris y su cabello que lo hacía verse como un adonis, esa vez llegaron a casa y no salieron del cuarto en horas.

En Japón Kise era uno de los primeros alentadores de la comunidad, la portada de la revista de Zunoboy había sido sobre dos chicos y su supuesto amor, la imagen tan solo era a un Kise acostado con su traje semi abierto, acostado sobre las piernas del otro chico pelinegro, su cabello un poco desarreglado, supuesta-mente besando al  otro chico que había apoyado su brazo en el pecho de su novio, eso es lo que escucho con sus compañeras, una vez salió del instituto tuvo que comprar una revista y aunque se ve que sus labios jamás se tocaron, se puso celoso.Le había prohibido volver a posar para una sección de esa clase, durante más de un año, pero Kise se las ingenio para que esos 366 días se convirtieran en 183 días, según él no quería perder oportunidades de trabajo.

En fin regresando a las chicas corpulentas, fue uno de los mejores días de su vida también pudo deleitarse con la belleza de su novio. Kise sabía que no hubiese podido controlarle una vez viera la revista fue un paso adelante, aprovechando la sección de las chicas y librarse de su enojo por un largo tiempo.

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Se dio cuenta que estaba equivocado, Kise no había regresado a casa, ni por ropa o algún objeto de valor. Llamaba a su teléfono pero le mandaba al mensaje de voz directo, su hermana mayor le decía que estaba bien y que era todo lo que le diría, luego le colgaba. Esto era malo tampoco estaba en el trabajo, a pesar de que aún le dejaban entrar, había días que no podía, sabía que esos días eran los que Kise estaba, le esperaba pero su novio encontraba la forma de escaparse. No se resignaba a nada, buscaban cada momento, tuvo que llamarle a Tetsu, no estaba pidiendo apoyo para nada solo quería ver si le sacaba información.