Capitulo 6

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[_____]

El señor Heacks elevó la voz cuando pasó por mi fila de asientos en la clase.

Cerré mi cuaderno de golpe y estampe el lápiz sobre el esperando que no me haya atrapado escribiendo letras de canciones de nuevo en la última hoja. Por suerte siguió hasta el fondo y regreso en medio de las otras dos filas del gran salón, lejos de mí.

Posé las palmas de mis manos sobre mis ojos y resoplé, moría de sueño y es que no pude dormir, literalmente nada. Mataría a Harry por eso, la televisión estuvo encendida toda la maldita noche y no se molestó en bajar el volumen, a las 3 de la madrugada baje y él estaba dormido entonces la apagué y después de debatir mentalmente en lanzarme sobre él y dormir acurrucados en el sillón o volver a la habitación, simplemente volví arriba pero no pude recuperar el sueño y ahora muero del cansancio, lo cual no me beneficia en nada cuando se acerca mi semana de exámenes y se supone que debería prestar más atención a esta aburrida clase ya que no entiendo el 90% de lo que dicen en cada oración.

Sam prestaba atención sentada unos asientos más adelante, me robaría sus apuntes después.

El timbre sonó y fui la primera en tomar mis cosas, siendo bastante notorias mis ganas de salir, pasando por alto el llamado de algunos de mis amigos.

Me adentré en el baño y por suerte aún no estaba inundado por chicas, me dirigí al lavabo y presioné la llave dejando que el agua tocara mis manos. Fruncí el ceño al escuchar el golpe en una de las cabinas y después de esto ver a Leyla salir llorando mientras forzaba con el cierre de su mochila sin notar que algunas de sus cosas estaban cayendo del bolsillo más pequeño.

Leyla era la novia de Marcel, el chico del club de ajedrez que era muy gracioso y por alguna razón a Harry le agrada.

Escurrí mis manos velozmente en mis jeans, para acercarme a lo que estaba en el suelo junto a un papel con un número telefónico y poder alcanzárselos. Mis ojos se abrieron de golpe al ver la prueba de embarazo e inmediatamente pensé en cualquier otra explicación que no fuera Leyla embarazada, porque eso era imposible digo, era Leyla, algunos pensaban que era repulsiva para ambos bandos hasta que comenzó a salir con Marcel, puesto que nunca hablaba con nadie o, según los más cercanos a ella, nunca había tenido novio/a, otros que era una emo camuflada en el cuerpo de una aparentemente dulce persona pero yo…la verdad no lo sé.

Las probabilidades de que eso no fuera suyo eran pocas y me sentí mal por ella, a esta edad tener un hijo no es considerado como una bendición. Escuché el pasillo atestarse de voces y entonces recogí los papeles y la prueba y los escondí rápidamente en mi mochila antes de que alguien entrara y hubiesen mal entendidos acerca de ello.

***

[Harry]

“Mamá limpió mi rostro tratando de forzar una sonrisa pero fue una mueca en vano. El llanto incesable de los presentes se escuchaba como un sinfín de tortura llevándose acabo. Todo era horrible. Trate de acercarme de nuevo. Los brazos de mi padre me detuvieron, lo miré con enojo mientras mis ojos ardían por liberar lágrimas, estúpidas lágrimas como todos los demás. Volví a avanzar. El dolor cruzó por sus ojos y entonces paré. Miré a mí alrededor y todos me observaban. Caí en cuenta de que mi actitud fría y negativa solo los estaba dañando más, no debía desquitar mi enojo con ellos, son mi familia. Abracé fuertemente a mi madre y en ese momento uno por uno lanzaron un puñado de tierra en el hueco de 3 metros, la campana de la iglesia se oía a los lejos y comencé a sentirme mareado mientras el sonido incrementaba haciendo cada vez más fuerte hasta que…”

La puerta principal se abrió despertándome abruptamente y la estufa chillaba jodidamente fuerte. Me levanté rápido y corrí a la cocina.

-Hola-escuché a mi espaldas.

-Hola...-respondí con dificultad apagando la hervidora de agua y abriendo el horno- ¿Cómo estás?

-Bien, ¿Y tú?

-¡Mierda!-Grité. _____ rápidamente apareció por el umbral de la cocina

-¿Estas bien?-Me vio ir hasta el grifo y poner mis dedos bajo el agua helada.

-Si

Guardó silencio unos instantes.

-¿Qué estabas haciendo?-preguntó acercándose un poco a lo que había sobre la mesa. Volteé a mirarla por sobre mi hombro, caminó un poco más y llegó a mi lado.

-Tenía hambre...

Abrió el grifo para lavarse las manos.

-Bueno…-Miró los trozos carbonizados.

-Bien.-Interrumpí a modo de contestar la habitual pregunta. Me miró en silencio y yo también la mire.

-Bien.-finalizó y supe que seguía molesta por lo de anoche.

Después de todo había sido un completo imbécil, no era para nada su culpa.

Me dejó solo en la cocina y me dedique a rehacer galletas el resto de la tarde, un plan poco masculino pero estaba seguro de que serviría para que _____ me perdonara.

Mientras esperaba 15 minutos junto al horno recordé haber soñado otra vez con lo mismo, exactamente las misma personas, el mismo lugar, el mismo contexto, es como una cinta que se repite y repite, honestamente esta acabando conmigo, he pasado noches enteras sin poder dormir y lo único que logra es aumentar mi sed por encontrar al culpable y destruirlo con mis propias manos, sé que no estaré tranquilo hasta hacerlo, mi conciencia es un pensamiento relativo a la acumulación de sentir el vacío y deseo de hacer que el culpable sienta algo similar o peor, se relacionaría con el karma pero la venganza es más oscura, el karma es más justo.

Miré el reloj y apagué el horno.

Salí con la bandeja de galletas en mano y me dirigí hacia la sala mientras probaba una. _____ estaba leyendo tranquilamente recostada en uno de los muebles. Me acerque despacio sin querer interrumpirla pero sabía que olfatearía el delicioso aroma de recién horneado, coloqué la bandeja sobre la mesa de centro y me puse en cuclillas junto a ella.

-¿Sigues molesta?-Pregunté. Miró a las galletas y luego a mí.

-No-Dijo y miro su libro.

-Hey…-Llamé, robando este de sus manos- lo siento...

-¿Por qué?

-Sabes porqué...

-Oh, quiero que lo digas...

Logró mirarme fijamente durante unos largos segundos pero desvió la atención hacia sus manos.

-Anoche fui un completo estúpido…

-¿Verdad que si?

-Si-Afirmé- Pero te amo mi niña y en verdad lo siento…

Tomé sus manos entre las mías e hice que no apartara la vista de mi manteniendo mi frente pegada a la suya.

-¿Es por eso que preparaste galletas?-Dijo entrecerrando los ojos y con humor.

-¿Me perdonas?-Evadí subiendo al mueble con ella.

Me abrazó y cerró los ojos recostada sobre mi pecho. Me sentí reconfortado al tenerla entre mis brazos, _____ era algo muy importante para mí, se ha vuelto indispensable en mis días, tanto que ni yo puedo creer el gran cambio que es en mis planes. No quiero dejarla jamás, y jamás significa un para siempre, resulta ser que no soy creyente de los “para siempre” ya que en realidad no existen, todo tiene un final, todo termina, creo que “para siempre” es un tiempo definido dependiendo a que tan feliz eres, cuando eres sumamente feliz dices: Quiero que esto dure para siempre, pero cuando no lo eres, también sientes un para siempre como algo interminable. Lo único en lo que verdaderamente creo es que a su lado estoy siendo muy feliz y no quiero dejarla ir jamás.

-Mi niña…-distraídamente llamé. Como siempre sonriente ella volteó a escucharme.

-¿Qué pasa Haz?

La mire durante unos interminables segundos. Este era el momento donde me sentía un completo marica incapaz de poder hablar, y me odiaba por ello, los días transcurrían y yo no había sido del todo sincero con ella. Pero ¿Por qué ahora? No quiero arruinar este momento, acabábamos de tener una reconciliación y necesito de su compañía para poder dormir hoy.

Lo haré mañana, solo tengo que demostrarle que soy lo suficientemente bueno.

Amor A Golpes [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora