CAPÍTULO 6

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Lo último que recuerdo de aquella noche es, la cantidad de alcohol que había sobre la mesa y todos mis compañeros bebiendo sin moderación, sobre todo Hidan. Mi compañero más cercano, Tobi se encontraba jugueteando con los demás y yo me sentía solo, era como si estaba excluido del grupo o algo así. Finalmente el sueño me venció y caí rendido sobre el sofá. Después de aquello, nada más recuerdo. Sentí unos brazos posarse sobre los míos cargándome y caminando hacia vaya a saber dónde. Sin embargo no abrí los ojos. Me dejé llevar por aquella persona que aún no sabía quién era, tan sólo quería seguir alzado por ésa persona.

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Lentamente fui abriendo los ojos, la luz que deslumbraba por alguna parte de la habitación realmente me cegaba. Cuando pude abrirlos por completo me llevé una gran sorpresa. A mi lado se encontraba alguien conocido, muy conocido por mí.
-Por fin despertaste, bello durmiente. Eres muy lindo durmiendo, ¿Sabes?.-Inquirió intentando mostrarme una sonrisa tranquilizante.
-¿Qu-qué me hiciste?..-Protesté.
-¿Eh?..Ah yo no..-Sacudió sus manos nervioso-..Yo no te hecho nada, Zetsu-san. Es que, anoche no sabía como levantarte y tampoco sabía dónde quedaba tú casa, entonces no tuve opción que traerte a mi casa.
-EH?!...P-pues ahora mismo me regreso a casa!.-Me levanté de inmediato de la cama dirigiéndome a la puerta.
-Ehhh..Zetsu-san…¿Por qué te vas?.¿No quieres quedarte a desayunar conmigo?.
-Olvídate!.-Pronuncié mientras mis mejillas tornaban un color carmesí.
A penas dije eso y sentí posar sobre mis orejas los labios del mayor, esto hizo que me sonrojara aún más y en consecuencia Tobi susurró:
-Me encanta cuando tus orejas se ven rojitas, me tientas a lamerlas.-Terminó de pronunciar ése susurro interminable y su lengua se deslizó sobre mi oreja rojita, a continuación lancé un gemido agudo.
-mh…T-Tobi!!..Deje de hacer eso!.-Me aparté de él y busqué de inmediato el picaporte para luego girarlo y así abrir la puerta, salí de la habitación y me encaminé hacía la salida del departamento.
Sin dudas estaba sonrojado, el calor recorría todo mi cuerpo y entonces mi corazón se sintió agitado, mis palpitaciones se elevaron a la potencia mil. Caminé casi recto y cerrando los puños como si estuviera enojadísimo, pues valía aclarar que si lo estaba. ¿Cómo pudo aprovecharse de qué estaba dormido, eh?. Ladeé la cabeza una y otra vez, frunciendo el ceño, hasta que llegué a la puerta, la abrí nuevamente el obstáculo y fui interrumpido por él otra vez.
-Zetsu-san. Aún tienes algo de fiebre, no deberías salir.-Confesó mientras llevó una de sus manos cálidas hasta mi frente.-Creo que ese poco de alcohol que bebiste te cayó muy mal.-Sonrío picarón.
-A-ah, n-no me toques!..-Golpeé su mano quitándola del lugar en modo de defensa y me enfadé inflando los cachetes con algo de orgullo. Jum!.
El solamente me dirigió una sonrisa tierna y cálida. No tuve otra opción que quedarme aunque sea hasta recuperarme un poco, me hizo señas para que pasara al living. Me senté frente a él, sin embargo tenía la cabeza cabizbaja y un poco de sonrojo.
-No entiendo, ¿Por qué conmigo?.-Aclaré la voz cuando la timidez se fue.
-..Eres muy lindo, Zetsu-san.-Sonrío amablemente y prosiguió.-No podía dejarte durmiendo solo en la Empresa, debía traerte, y como no sabía la dirección de tu casa, no tuve otra opción que traerte a la mía.-Replicó manteniendo el tono “dulce” o quizás energético que tenía.
-Lo siento..-Desvíe la mirada.-G-Gracias por la atención y la preocupación.-Se notaba, mis mejillas estaban rojas otra vez.
-No te preocupes.
No supe por qué me comporté de esa forma con él, pero sé que mi corazón no dejaba de latir desde que lo vi por la mañana hasta que me fui pasado las dos de la tarde. Me despedí de él como habitualmente lo hacemos, sin embargo está vez no pude evitar voltear mi rostro una y otra vez para verle su sonrisa tan encantadora.
Al día siguiente, a penas llegué a la Empresa lo primero que vi fue: a Tobi tomando café en la sala de espera!.
-TOBI?!
-Ah, Zetsu-san!..Holaaaa!. –Saludó como sin nada.
-¿Q-Qué haces aquí?.-Inquirí desconcertado.
-Nada, sólo te esperaba Zetsu-saan ♥
Quedé boquiabierto y lo único que fui capaz de hacer es dirigirme hacia nuestra oficina lo más rápido posible. Cuando entré me sorprendí, Tobi había reaparecido en la oficina de trabajo y se acercó a mí, rozando mi cuerpo.
-Z-Zetsu-san…¿Qué pasa?.-En ése momento mis pulsaciones se aceleraron y entonces me empujó hacia atrás lentamente para apoyarme contra la pared y acorralarme.
-Q-qué haces?.-Su lengua comenzó a jugar con mi cuello delicadamente, luego subió a mi oreja.
-Amo ver tus orejas, rojitas. ♥
Eso bastó para que mi piel pálida y la otra mitad se volvieran totalmente roja, lo empujé por reflejo y busqué distancia entre nosotros. El no se extrañó de mi reacción pero sonrió. Se dio la media vuelta y caminó hacía su escritorio. Me sentí culpable pero a la vez, no sabía qué hacer ni cómo reaccionar. No sabía que me pasaba, ¿qué sentimiento tengo hacía ti senpai?. No lo sé.
Hice lo mismo que Tobi y se me senté en mi escritorio prosiguiendo con lo mío.

AHORA ME AMAS?(KAKUHIDAN) (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora