AHORA ME AMAS?(KAKUHIDAN) (Yaoi)

CAPÍTULO 9

Quiero que me ames KakuHidan +18 CHAN,

YA FALTA MENOS PARA QUE TERMINEEEEEEEEEEEE!!!! -3- Disfruten!

Capítulo IX:

Nuevamente otra jornada de trabajo me dejó sin aire, nuestro jefe, Pein era muy estricto con los trabajos sobre la fecha. Yo y mi compañero hacíamos lo que podíamos, pero había ocasiones en la que nos cansábamos más rápido y era imposible entregar los trabajos a tiempo. Aún así hacía mi mejor esfuerzo.
Luego de un año y medio de que haya ocurrido ese “incidente” jamás me ha tocado otra vez. Siempre lo evitaba. Aunque sé que no es la mejor forma, era la única manera de que mantuviéramos sólo una relación de trabajo. No quería limitarme a más que eso.
Caminé por las calles de Amegakure y me dirigí a la librería más cercana a nuestra empresa, tomé de los estantes algunas revistas y algún que otro libro, al dirigirme a la caja me llevé una sorpresa. Mi compañero, es decir, Tobi senpai se encontraba ojeando una revista, la cual no pude ver. Al terminar de pagar las revistas que había sacado salí de la tienda y me apoyé sobre la pared de la entrada, de momento me puse nervioso. Al cabo de unos minutos finalmente noté salir a mi senpai, quien siguió su camino por el lado contrario y que a la vez no había percatado mi presencia. Mi instinto me hizo realizar la siguiente acción. Lo seguí.
Caminó a las apresuradas, mientras yo lo seguía a las escondidas. No supe por qué hice tal cosa, sólo me dejé llevar. Al atravesar por muchos callejones que conectaban pequeñas calles, me encontré con una tienda, que se llamaba: “My Little Puppet” .Mi senpai entró al negocio, lo observé un largo tiempo detrás del callejón a las oscuras, hasta que finalmente salió. Para mi sorpresa, era nada más ni nada menos que….
-Tsk!...No sé quién se piensa que es, Sasori…No soy su madre para que le venga a comprar sus aficiones. –Protestó molesto Deidara, quién salió acompañado de Tobi senpai.
-Vamos, Deidara senpai..No sea amargado.. –Intentó sonreírle para convencerle al rubio, éste lo miró frunciendo el ceño.
-Cállate Tobi…
Nuevamente, los seguí. Pero está vez contenía en mi pecho un extraño dolor, y además había algo en ellos dos que me irritaba. No supe que era. Sin darle mucha importancia a aquello seguí mis pasos, persiguiendo a mis dos senpai. Tobi iba coqueteando y abrazando al rubio, mientras éste lo golpeaba a cada intento. Siempre me surgió una duda. ¿El senpai estuvo alguna vez enamorado de Deidara senpai?. Luego de perseguirlos un buen tiempo, finalmente llegó el momento de que tomaran sus caminos. Tobi lo despidió intentando darle un besito, pero como es obvio antes de que lo intentara lo hizo volar por los aires.
-¡No me toques pervertido! Idiota!...-Se dio la media vuelta y se marchó.
-S-senpai…
Al ver que el horizonte lo hacia perderse prosiguió con su caminata, hasta que al fin y al cabo se detuvo. Pero no fue porque llegó a su casa, sino que porque había recogido a un animal. Este era un gatito, color miel y algo amarillento. Era un cachorro. Lo alzó y lo cubrió con una manta. Eso me conmovió, me sonrojé. Era demasiado tierno y delicado de su parte, eso me hizo pensar que quizás yo debía hacer lo mismo. Ser sincero conmigo mismo y dejar el orgullo para otro momento.
Sin darme cuenta me sumergí en mis pensamientos, que ni siquiera me di cuenta cuando el senpai se acercó a mí. Inesperadamente nombró mi nombre, sin embargo su pronunciación fue algo especial. Mi corazón se aceleró y mis mejillas se cambiaron a un color rojo carmesí. Los nervios albergaron en mí, cerré los ojos.
-¿Zetsu?...-Me dedicó una mirada perpleja y confusa, me ojeó y notó mi nerviosismo. -¿Por qué me has seguido?.
-S-senpai....Déjeme en paz..-Me volteé bruscamente sonrojado y apenado.
-Zetsu…-Me tranquilizó. Su voz se volvió madura. De repente cerré los ojos fuertemente y mis palpitaciones aumentaron. Su voz resonaba en mi mente, me sedujo. Posó sus manos y me giró ligeramente, luego me besó. No pude resistirme.
-M-Madara…-Confesé sin remedio.
-..Estoy enamorado de ti, Zetsu-san…-Repuso mi senpai aterrado a mi respuesta, luego agregó. –Tú me quieres ¿verdad?
Al ver que no respondía y bajaba mi rostro cada vez más, me tomó del mentón y me obligó a mirarlo. No quería admitirlo.
-S-senpai..Yo..Sólo me conformo con una relación de trabajo, digo..amigos, eso es todo…-Desesperado, juntó ambas manos con las mías y las unió, para luego acorralarme contra la pared. Se acercó a mis orejas, las cuales estaban rojas!.
Las lamió lentamente y apasionadamente, como si dependiera de aquello. Sonrió con malicia y se arrimó a mis oídos para pronunciar claramente. “Eres hermoso cuando estás avergonzado. Por eso, eres mi debilidad”
De momento no pude evitar sonrojarme completamente, y totalmente apenado le pronuncié:
-Senpai..Por favor, aquí no….
Se apartó. Se dio la media vuelta y me tomó de la mano y empezamos a caminar, como es de predecir hacia su casa, o mejor dicho departamento. Caminamos juntos en silencio, hasta llegar a la calle donde se situaba su vivienda. Al adentrarnos, pasamos un cantero de flores bellísimas y luego entramos al edificio, subiendo por un ascensor, al quinto piso.
El pasillo por el que atravesamos era largo y extenso, parecía que las paredes blancas le daban infinidad, y de ser tan angosto a penas entrábamos los dos. Caminamos, hasta llegar a la puerta de su departamento, que era de un color marrón y de madera. Su picaporte era dorado. Introdujo la lleve e hizo girar la cerradura, al poder abrirla nos introdujimos en el apartamento. Depositó las llaves en la primera mesita que había al entrar al departamento y luego me dijo:
-Quiero vivir contigo, Zetsu-san…-Mientras posaba su mano derecha sobre mi rostro y a continuación la deslizaba lentamente en forma de cariño.
Eso me sobresaltó. Lo miré desconcertado, pero al sentir su mano sobre mi piel no pude negarme. Era hora que dejara de escapar, o sino lo perdería por completo.
-E-está bien...Senpai.
Me abrazó la cintura y mientras me besaba el cuello, me hizo obligar a que yo retrocediera pasos hacía atrás, hasta llegar a la habitación próxima y sentarme sobre esta. De apoco me fue quitando botón a botón y a media que hacía esto, depositaba pequeños besos en mi cuerpo semidesnudo, me sonrojé. Finalmente me recostó sobre la cama y se arrimó a mí con más intensidad, me besuqueó agregando la lengua. No pude evitar gemir y sonrojarme profundamente, el placer dominó por muchos minutos más. Por un momento sentí que me correría, una de sus manos bailó por mi parte íntima y luego desprendió los botones del pantalón para hacerlo con más comodidad, fruncí los ojos haciéndome notar un gran color rojo carmesí que llegaba hasta las orejas.
En segundos nada más, el Senpai posó sus labios a mis oídos y pronunció repetidamente:
-Te amo, te amo Zetsu-san…
-S-Senpai..Yo..También..Mgh. –Gemí.