Episodio 3. El tercero

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Episodio 3. El Tercero

Escucho bajar a Darwin de la litera superior, se sentó en mi cama, una rutina que nos “mataba”, o al menos a mí, se hunde y mi cuerpo se hunde con él, pero como andaba despierto me pegue más a la pared, aparte de que seguía algo excitado.

No quería que me viera de esta forma, en eso sonó el despertador, con un susto que me entro, se me paso el calentamiento, fingí estar despertando y con mi mano busque el despertador, para poder apagarlo, sentí su mano deslizarse sobre la mía, ayudándome a buscar ese botón con el cual provocaría que dejara de sentir la fricción entre nosotros, torpemente lo apague, cuando en realidad quería continuar así. Me volteé a ver el techo, cruce mis brazos y los puse en mi nuca, Darwin mientras buscaba sus ropa para poder bajar a desayunar, se acostó a mi lado.

Darwin: ¿Hoy que piensas hacer Gumball? – Me extrañe de que se acostara a mi lado, se que me cuida, pero…

Gumball: No sé, puede que solo duerma –

Darwin: Vamos a jugar – Jugar una palabra que ayer hubiera usado pero no termino como un juego.

Gumball: Está bien, pero al rato - Me levante de la cama tapando mi cuerpo con las cobijas, ver sus muslos, donde termina esa pieza blanca, con resorte apretándolo, y su piel tan tersa, estirada provocando, (¿Por qué pienso en esto, por qué no puedo dejar de mirarlo?), escuchaba su silbido, entonado con las aves.

Después de desayunar, salimos al patio trasero, me recosté sobre el árbol, bajo su sombra, Darwin lo veía pensativo de que jugar.

Estuvo dando varias ideas, pero no sé en mi solo veía aburrición de hacer algo repetitivo, y de esta forma no la pasamos todo el fin de semana, hasta entrar a clases el Lunes.

Estuvimos hablando con varios compañeros buscando con quien jugar, con quien entretenernos, con quien lograr matar el tiempo un rato.

Nos acercamos a Joe, es algo raro y sabemos muy bien que le gustan las bananas, debilucho y que busca estar bien con todos haciendo reír, “el payaso del salón”,  nos acercamos a Roberto pero todos le dicen “Rob” es el clásico joven que estudia y esta pegado a una maquina como celular, Tablet, etc., le preguntamos que si quería jugar “Bunchis” y le explicamos como era, un pequeño golpe en el hombro, acepto y comenzó él, su fuerza es impresionante para ser el más listo del grupo, con sus nudillos entro el golpe directo a mi hueso de hombro, me sentó en el patio, Darwin se acercó y me alzo con cuidado, dándome un abrazo, nos dirigimos al baño, mientras Rob seguía jugando con otros, parece que le intereso.

Darwin: ¿Te encuentras bien Gumball? – Con su cuerpo me apoyaba para poder caminar, me acerque al bebedero, junte mis manos para que el agua se quedara en ellas y tomará, me doble, acercándome a esa fuente, sentí de repente la pierna de Darwin entre las mías, se acerco al bebedero de a un lado, sus ojos me asechaban, su pierna jalaba de la mía, tratando de pegarla a su lado. Algo acostumbrado de esto no le di importancia y decidí ir a ver con quien hablaba, cuando me encontré con Leslie, es una compañera muy platicadora,  y que siempre trata de llamar un poco la atención, me desespera un poco de que habla demasiado rápido, y mis oídos algo sensibles, decía cosas de querer ser mi amiga para siempre, y no sé que tanto más de un futuro, me fui separando poco a poco de ella.

En clase de gimnasia nos encontramos jugando quemados, esos balones rojos, duelen demasiado, y más cuando Tobías un compañero, algo colorido, sus padres son de dinero, y hace ejercicio, para su edad su abdomen muchas veces lo presume en las regaderas, alguien que se preocupa por su condición física.

Correr por aquí, por acá, tomar el balón, regresarlo con fuerza, sudar, sentir los ojos pesados del sudor, agitarse, y ver como Darwin salía tan bien de esa clase, (Ahora que lo pienso siempre sale fresco, como si nada de esta clase en actividades de este tipo) viendo a su alrededor, Tobías por ser de los más atléticos siempre es de los capitanes de equipo de las actividades deportivas, y si mal no recuerdo siempre pide a Darwin entre los primeros, ver como esta a su alrededor parando de los balones que se le acerquen a Darwin, impidiendo ser lastimado, pareciera su protector.

El increible mundo de Gumball (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora