Una historia de fantasmas de Canterlot (By volrathxp)

Capítulo 5: Noche diez

BonBon se obligó a abrir los ojos a primera luz del día, levantándose de la cama. Lyra seguía dormida en la cama junto a ella. Aun que intentará con fuerza, la yegua color crema no podía permanecer enojada con su esposa. Lyra no había visto las cosas que ella había presenciado la noche anterior... las sombras moviéndose en la habitación en el mismo instante en que la puerta se cerró de golpe, cada vez más cerca hasta que Lyra irrumpió dentro.

BonBon se dirigió a las escaleras, gruñendo mientras comenzaba a bajar por ellas. Con un toque morbo la yegua se preguntó si las escaleras harían que los fantasmas que rondaban esa vieja casa la asesinaran más rápido. Con un disfrute sombrío, BonBon notó que en realidad no sabía mucho más sobre el lugar aparte de la breve historia que le había contado Archibald.

BonBon se detuvo en la cocina, tomándose su tiempo para poner una nota arriba en el refrigerador para Lyra. Había decidido que ya era hora de que aprendiera un poco más acerca de lo que estaba pasando en esa casa. Atando la correa de sus alforjas, dio un paso hacia el aire fresco de la mañana y se dirigió hacia los Archivos Públicos.

Lyra despertó cuando la puerta se cerró de golpe, con un suspiro intento repasar en su mente lo que había sucedido la noche anterior. BonBon claramente estaba molesta por todo el asunto, Lyra no quería ningún tipo de estrés que pudiera afectar al potrillo. Corrió por las escaleras.

- ¿Bonnie? - llamó. No tuvo respuesta. Deteniéndose en la cocina, miró hacia arriba del refrigerador y vio la nota. Lyra suspiró nuevamente.

- Supongo que estaré yo sola todo el día – dijo - Estupendo. Así podre ver si Honey Dew está en la práctica - empezó a bajar por el pasillo, deteniéndose a mitad de camino hacia abajo. Una de las imágenes que se habían caído la primera noche en la casa estaba nuevamente en el suelo. Lyra frunció el ceño mientras lo recogía con su magia. El cristal estaba completamente roto, pero únicamente sobre el rostro de BonBon en la foto.

Haciendo una mueca, Lyra retiró cuidadosamente la foto y tomó el marco. Colocándolo en sus alforjas, tomó su estuche de lira y salió de la casa. Hizo su camino por la calle, solo deteniéndose para mirar la casa que pertenecía a Archibald. El viejo unicornio estaba fuera, regando sus plantas. Echando humo y sin pensar, Lyra lo abordó.

- ¿Qué le dijiste BonBon? - preguntó con enojo. Archibald detuvo su riego, bajando la regadera con calma.

- Buenos días, querida - dijo rotundamente - ¿En qué puedo ayudarte?

- BonBon. Tiene la cabeza llena de todas esas historias sobre fantasmas - dijo Lyra, que señala acusadoramente con su casco al otro unicornio – Tratas de demostrar que tienes razón. Apuesto eres tu quien ha estado molestándola la noche anterior.

- Lyra, querida, francamente no sé de qué estás hablando - respondió Archibald - ¿Sucedió algo anoche?

- Sabes lo que pasó – dijo Lyra con rudeza – Mantente alejado de BonBon. Te lo advierto.