I Will Spend An Eternity At Your Side. [Jason Voorhees fanfic]

Prólogo {Lucielle Valentine}

Un autobús escolar traspasaba las largas carreteras de Massachusetts, llegando al principio de un bosque.
Dentro del autocar los catorce estudiantes se reunían en distintos grupos según la típica "popularidad adolescente". Sin embargo, en los últimos asientos se hallaban dos personas, más bien dos muchachas. Una de ellas poseía 19 años y la otra 20.
Ambas ignoraban en lo máximo de lo posible el escándalo formado por sus compañeros de preparatoria. La mayor leía un libro de fantasía mientras que la segunda se concentraba en la música reproducida por su MP4. Pero su atención a los Rolling Stones se fue al traste al levantar la vista y visualizar como una pareja se besaba frenéticamente, sin importar que hubiera gente a su alrededor.

-No le prestes atención, Elly- dijo por primera vez la compañera de la nombrada -él se lo pierde- trató de animarla y convencerla de que pasase de ellos pues Elly estaba enamorada del muchacho el cual estaba siendo besado por una de las chicas más..apasionadas..del curso.

Ella solo respiró profundamente y se dejó hundir en el asiento, no sin antes echar un último vistazo a la escena exhibicionista. Sin embargo su mirada captó la atención de la "chica apasionada", quien al ver como la observaban dejó el besuqueo y se dirigió al lugar.

-¿Qué pasa?- le preguntó de forma borde a Elly -¿te gusta el culo de mi chico o qué?- debido a su timidez la rubia no supo lo que responder, quería decir que si y enfrentar de una vez por todas a aquella pelinegra, conocida como Tiffani, por lo que se limitó a mirar al suelo -oye, que te estoy hablando- aumentando el volumen de voz y aires de superioridad la atacante se disponía a golpear la cabeza de su víctima, pero la linea recta de su mano fue detenida por un obstáculo: un libro.

-Tu comportamiento es deleznable- pronunció solemne la muchacha de 20 años de edad -si vas a acusar a alguien procura que sea algo serio y no algo como que haya observado el trasero de tu pareja, y menos levantarle la voz- con esa actitud parecía más una profesora que otra estudiante.

Tiffani apartó el brazo. Al visualizar mejor a la pelimarrón se extrañó bastante pues su rostro se le hacia muy conocido. En cambio, Elly le agradeció el rescaté con una sonrisa.

-¿Nos hemos visto antes tú y yo?- al hacer memoria pudo recordar la figura de la veinteañera caminar por los pasillos, completamente sola -¡ah sí! ¡Tu eres...eh..como te llamabas...Luka..no, Luz..!- se acordaba perfectamente y la castaña lo sabía y antes de que continuara con ese absurdo teatro de recordar nombres se adelantó.

-Lucielle, Lucielle Valentine- proclamó sin más, volviendo a su lectura.

-¡Eso, Lucy!- exclamó apuntándola -¿y qué haces aquí con esta?- añadió apuntando despectivamente a Elly -vente adelante con nosotros, así estarás mejor- como respuesta ella cerró bruscamente la tapa del manuscrito, contuvo su respiración y trató de no perder la calma.

-En primer lugar, "esta" se llama Elly y en segundo lugar voy a tener que rechazar tu oferta, ya estoy bien acompañada- sentenció.

-Bien, como quieras- Tiffani se sorprendió bastante de estas palabras. Con la confusión volvió a su sitio.

Lucielle Valentine era una de las chicas más deseadas del campus. No solo por su gran atractivo, ella destacaba por sus rígidos modales, por sus altas calificaciones, por su lenguaje culto y siempre calmado y sereno, y sobre todo por la alta posición económica de su familia.
Sin embargo a esta chica siempre se le veía la mayor parte del tiempo sola y solo se le había visto con Elly en determinadas ocasiones.
Tiffani nunca creyó que una persona como Lucy fuese tan solitaria y apartada de los demás a pesar de que constantemente era invitada a todos los grupos más populares del instituto pero que siempre rechazaba.

El resto del trayecto continuó como anteriormente hemos presentado: ruidoso y alborotado. Hasta que por fin el autobús frenó enfrente de un letrero que oraba: Bienvenidos a Crystal Lake.
Aquel lugar era precioso, lleno de naturaleza y fauna por todas partes.
Lucielle y Elly salieron las últimas. La primera, nada más pisar la tierra, inhaló el aire puro del bosque, desechando temporalmente el de la cuidad.

-Lucy, date prisa o nos dejarán atrás- le avisó nerviosa su compañera. Al girarse vio como la multitud ya se alejaba con sus maletas. Rápidamente ambas tomaron sus pertenencias y se acercaron a los demás.

Entonces Lucielle detuvo su caminata, debido a que sentía algo extraño. De repente se sintió incomoda y observada, como si estuviera siendo vigilada. Volteó hacia atrás y en una milésima de segundo pudo ver una figura alta y esbelta detrás suya, a varios metros de distancia. Se frotó los ojos y al volver a abrirlos ya no había nadie.

-Habrá sido mi imaginación- confusa, volteó de nuevo su mirada y al ver que ya la gente se alejó mucho comenzó a correr hacia ellos.

Una vez asegurado que la muchacha desapareció de su punto de mira y viceversa, un hombre de alta estatura, robusto y esbelto salió de unos matorrales.