Ranma estaba en la casa de los Tendo. Todos seguían eufóricos por la boda, que sería en unas horas... todos menos él. Tenía un caos en la mente. La pelirroja dentro de él lo estaba volviendo loco y, en el fondo comenzaba a dudar si su elección fue la correcta, pero, ya no podía dar marcha atrás.
El día finalmente había llegado. No había sabido nada del Hibiki desde hace unas semanas, y en el fondo sabía que nunca más lo volvería a ver después de cómo lo trató. Se sentía un idiota por eso...
- ¿Entonces qué dices? – escuchó un poco a sus espaldas. Volteó para ver a su padre que al parecer llevaba mucho tiempo hablándole de algo, de seguro sin importancia.
- ¿Qué decido sobre qué? – preguntó tratando de retomar el hilo de la "conversación"
- Ranma muchacho, pon atención a tu padre – le dijo Genma dándole un coscorrón, pero el pelinegro estaba tan cabizbajo que ni siquiera se molestó por ello – Te preguntaba si prefieres pasar tu noche de bodas en un hotel, o en una cabaña en la playa....
- Ah eso, da igual... - respondió mirando a otro lado. Su mente solo podía pensar en una cosa ahora... y no quería que su padre lo supiera
- Dime qué sucede Ranma... espero que no estés arrepintiéndote – dijo en un tono paternal pero al mismo tiempo de amenaza. Ya habían esperado demasiado para esto, no podía arruinarlo todo ahora
- No es nada, solo estoy molesto por volver a tener esta estúpida maldición – respondió en una verdad a medias. Era cierto, estaba así por eso, pero más que nada porque los sentimientos de su contraparte lo estaban volviendo loco. Ya ni siquiera sabía si eran sus sentimientos, o los de la chica lo que lo tenía así...
- No debes preocuparte por eso muchacho, Akane te ama así como eres, y estoy seguro de que serás muy feliz con ella – soltó dándole unas bruscas palmadas en la espalda. Ranma sonrió levemente... en el fondo sabía que eso era lo más cercano a una muestra de cariño de su padre y le agradaba que se preocupara por él –Bueno, es hora de que te pongas tu traje... el novio no debe llegar tarde – le dijo animado y salió a buscar el formal atuendo. Faltaba muy poco para la ceremonia...
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Ryoga caminaba a duras penas apoyado en su bastón. Había recorrido prácticamente todo el país buscando a Ranma y no había podido llegar a Nerima. Según su invitación... el pelinegro y Akane se iban a casar ese día... necesitaba llegar a tiempo para así poder detener eso, o al menos tener a la pelirroja libre de esa boda.
Pero, como siempre había terminado perdido y ya estaba frustrado de caminar y caminar sin rumbo y sin éxito. No podía llegar tarde... no esta vez. Dio un suspiro largo y pesado....
- Me pregunto dónde estaré ahora – se dijo observando una ciudad desde un punto alto... hasta que su vista dio con Shampoo más abajo. La amazona llevaba un atuendo formal como si fuera a una boda. Ryoga no lo pensó ni un minuto y saltó hasta ella para hablarle...
- Ryoga... - susurró ella un poco sorprendida. Ya sabía toda la historia... su abuela le había dicho todo lo que había sucedido entre él y Ranma-chan.
- Shampoo ¿sabes dónde está Ranma? – preguntó un poco desesperado. Necesitaba verle de una vez...
- Boda estar a punto de empezar... - respondió algo triste.
- Entiendo como te sientes... - le dijo para darle un poco de ánimo, pero ella solo sonrió con tristeza
- Shampoo no estar así por Ranma – contestó y siguió caminando hasta el dojo donde sería la boda. Después de unos segundos, el Hibiki entendió lo que la chica trataba de decir...
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Desorientado (RanmaxRyoga)
Hayran KurguTodo era normal ese día de invierno. Ryoga y Ranma luchaban en plena calle por lo usual: Akane, hasta que cierta frase del chico de la pañoleta, despertó la nostalgia en Saotome. "Golpeas como mujer"- Dijo y desde ahí lo cambió todo. - Y tú que sabe...