• EPÍLOGO •

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La pantalla del televisor se encendió y la presidenta empezó a hablar con aire trágico:

Desde hace dos horas dejamos de tener contacto con la misión espacial AXIS-1. Los observatorios del norte de Nuevo Monterrey nos han informado que dos fragmentos de la Luna se van a precipitar sobre el océano Pacífico: estos son los últimos vestigios de nuestro satélite natural. Hay múltiples tsunamis alrededor del mundo; aunque por el momento nuestras colonias en las montañas más altas están a salvo. Sin embargo, la caída de estos últimos fragmentos la Luna son sólo el comienzo de una catástrofe mucho mayor que viene en pos de nosotros. Teníamos esperanzas en los astronautas que partieron a TRAPPIST-1, pero ahora todo está perdido. Debo informar que un terremoto en la zona donde estaban las Arcas las ha afectado demasiado, ahora ya no es posible viajar en ellas: esas naves están perdidas y eran nuestra última solución. Tristemente, todo lo que los humanos han logrado desde su aparición será borrado en poco tiempo. La humanidad siempre fue consciente de que algún día se extinguiría, pero no de esta manera. Ahora, sólo nos queda abrazar a los nuestros y esperar el inminente final. Si cualquier persona que me esté oyendo cree en alguna deidad, es buen momento para encomendarse a ella. Fue un placer compartir estos últimos minutos con todos ustedes. Fue un placer ser la última mandataria del mundo.

Que Dios nos proteja.

Y se disparó.

•FIN•

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