Parte Sin Título 14

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Nunca aprendió.
Nunca aprendió de sus errores.
Tropezaba con la misma piedra siempre.
Hasta que se cansó.
Un escudo de hielo rodeó su corazón protegiendolo de cualquier persona y sentimiento que pueda dañarlo.
Frío y distante.
Amargo.
Pero en el fondo él sabía que no era así.
En el fondo, esperaba por alguien que vendiera ese escudo, que traspasara su alma, que luche por él, que él sienta la necesidad de luchar por esa persona.
Pero nunca llegó.
Y sus esperanzas e ilusiones desaparecían a medida que pasaban los años.
Sus ojos perdían ese brillo tan particular de él.
Su pelo perdía ese color castaño claro para convertirlo en un blanco.
En su rostro aparecían las primeras arrugas.
Y su corazón...
Se congeló.

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