Capítulo 7. Kim Taehyung.

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- Hola Noona.

Los ojos color miel de su hermana mayor se oscurecieron levemente y se llenaron de lágrimas.

- Vete... -su voz dura y fría se vio opacada por un lastimero sollozo

- Noona... -suplico

- Por favor, vete... -la chica frente a él estaba dando todo para no romperse a llorar

- ¿Mamy?

Al rubio se le acelero el corazón y sus manos temblaron, lleno de miedo observo en espera de la reacción de su hermana.

- ¿Está todo bien, cariño? – un hombre alto y robusto salió a encararlo, tomando delicadamente a la chica del brazo poniéndola tras él, para protegerla

Observo con detenimiento como los ojitos curiosos de una pequeña de no más de 5 años le miraban mientras se aferraba a la ropa de su madre. Miro al hombre, que lo veía con desconfianza, dispuesto a lanzarse para proteger a su familia de ser necesario. Dispuesto a proteger a su hermana.

Su corazón se estrujo dolorosamente. La mujer que alguna vez le dedicaba dulces sonrisas ahora evitaba mirarlo, no quería saber nada de él y temía por su reacción aferrándose al brazo de quien suponía era su marido. Una sonrisa sincera poso en su rostro y sus ojos se llenaron de lágrimas que se obligó a no derramar.

- Estoy feliz, me alegro que estés bien y seas feliz –la chica le miro sorprendida, abriendo su boca para hablar pero boqueando en el aire, no podía decir nada- Lamento haberlos molestado, no lo haré de nuevo, ahora puedo irme tranquilo sabiendo que ella está en buenas manos

El hombre pelinegro le miro confundido y con desconfianza cuando dio dos pasos hacia atrás dando una pronunciada reverencia excusándose.

- ¿Necesitabas algo, muchacho?

Taehyung observo el rostro de su hermana, al hombre frente a el y a la modesta casa en la que vivían. Rio bajito negando con la cabeza y alejándose de la casa, disculpándose una vez más apenas llego a la banqueta.

- Ya obtuve lo que quería.

Se fue con paso tranquilo, negándose a regresar para consolar a su hermana que había comenzado a sollozar aferrándose a su esposo apenas se dio la vuelta dispuesto a irse. Había alterado un poquito su vida pero no lo volvería a hacer, no se volvería a parar frente a esa casa nunca, porque su hermana lo había rechazado apenas y abrió la puerta de su hogar.

Y el se lo merecía después de todo lo que había pasado, ella merecía tranquilidad y estabilidad y por sobre todo, ser feliz.

Ahora definitivamente ya no tenía a nadie.

...

- ¡TAE BASTA!

Y en ese momento reacciono. Soltó lo que quedaba de la botella y observo la sangre ente sus manos. Su hermana lloraba, lloraba a cantaros. Y su moribundo padre tenía una retorcida sonrisa entre los labios.

Grito, grito desesperado, asustado, con un montón de emociones a flor de piel sin entender del todo como se sentía respecto a lo que había hecho. Lágrimas comenzaron a caer de sus ojos mientras sus manos llenas de sangre temblaban. El hombre frente a el se desplomo en el suelo y su hermana solo pudo incrementar su llanto.

La había cagado.

Solo pudo salir corriendo de ahí, por el monte que quedaba tras su casa y por el camino que de memoria se sabía para llegar a su refugio. Al único lugar que podía llamar hogar. Con una de las botellas de agua que había ahí comenzó a lavar sus manos.

Wings: La vida de Kim TaeHyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora