Capítulo 3

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NR: _____.

Cuando despierto, veo a Dannie con un gorro de pesca. Me sonríe, se ve graciosa, pero no río. Tal vez se da cuenta, porque comienza a hacerme muecas graciosas para que ría. Lo hago.

                —Adivina a dónde vamos —me pide.

                —A… ¿Pescar?

                Asiente con la cabeza, contenta.

NR: JUSTIN.

El abuelo me recuerda a mi bisabuelo, entonces. Se pone un gorro de pesca, casi idéntico al de la abuela. Toma cuatro cañas de pescar y salimos de la casa.

                Tomo la mano de _____. No comenta nada respecto a lo que pasó ayer. Le agradezco por eso. No sabría qué contestarle. Igualmente sé que no ha visto la foto en Instagram. Por suerte, no la siento incómoda cuando vamos llegando al lago y sigo sin soltar su mano.

                —Nosotros vamos a la izquierda y ustedes a la derecha —nos dice Bruce—. A ver quién pesca más.

                Nos entrega las cañas de pescar.

                —¿No será porque ya sabes que hay más peces en el lado izquierdo? —le pregunto, ladeando la cabeza. El ríe y niega. Diane nos mira con los ojos entrecerrados y con una sonrisa—. ¿En cuánto tiempo nos vemos en el restaurante?

                —En una hora —me contesta él.

                Asentimos. _____ y yo nos subimos a un bote. Ella va hasta adelante, con un chaleco idéntico al mío. Prendo la máquina y con el pequeño “volante” nos conduzco a la derecha. Volteamos a la izquierda y vemos a los abuelos con los mismos chalecos. Los despedimos con la mano. A último minuto, Bruce me guiña el ojo.

NR: _____.

—En serio, en serio, en serio, ¿nunca has pescado?

                —Nunca —afirmo—. De verdad nunca. No acostumbraba mucho los mariscos con mis hermanos. A ninguno de mis papás les gustaba. A veces lo comíamos a escondidas.

                —¿Literalmente?

                —Literalmente… Bueno, no. No nos imagines en el closet los tres comiendo camarones. —Los dos reímos, solo sosteniendo nuestras cañas. La mía tiene una raya rosita—. Solo íbamos a comer “pizza” pero en realidad eran mariscos.

                —¿Cambiaban la pizza por los mariscos? ¿Es eso mejor que la pizza?

                Justin abre los ojos como platos.

                —Era más creíble que cualquier otra cosa.

                Asiente, ahora entiende. Reímos los dos.

                —¡Espera! —exclamo—. ¡Siento algo! ¡Siento algo!

                Ni siquiera miro a Justin. Jalo la caña con todas mis fuerzas, intentando sacar al seguro enorme pez que ha agarrado el anzuelo. Sigo jalando, concentrada en lo mío.

NR: JUSTIN.

Mientras que ella jala su caña, yo jalo la mía pero hacia el lado contrario. Su anzuelo se clavó con el mío, estoy seguro. Cuando está a punto de sacar mi anzuelo, jalo más. Pero… no es lo que me esperaba. _____ cae al agua. Ni siquiera me da tiempo de reflexionar sobre mi broma. Tiene chaleco, no le pasará nada, pienso. Pero aun así, salto al lago.

Pontoon (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora