Capítulo 15

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NR: JUSTIN.

 

—Entonces —me dice Peter, estamos haciendo las maletas—, ¿ya te sientes normal?

                —No mucho —tardo un poco en contestar—. Algo me dice que habrá gente en el aeropuerto.

                —Mira, no se mucho, pero mi padre era abogado. Podrías demandarlos, ¿no? No sé, por acosamiento o algo así.

                Me encojo de hombros. Peter ríe y sacude con la cabeza al mismo tiempo que cierra nuestras maletas.

                —Bueno, si fuera tú, no me atrevería a demandar a la gente que me sigue.

                Asiento con la cabeza.

                —Ni yo.

                Nos callamos un momento, mientras tomamos unas cosas de la habitación del hotel en donde estaban quedándose. Cuando creemos estar listos y no tenemos nada más que hacer, Peter me pregunta con un tono divertido:

                —¿Crees que _____ ya esté lista?

                Reímos los dos.

                —Mujeres.

Estamos en el aeropuerto, sentados en la sala de espera, aunque no estamos esperando ningún vuelo. Solo estamos mirando algunas ciudades en la tableta.

                —Esta me gusta —me dice _____, apuntando una foto.

                —Es Chicago —le decimos Peter y yo al mismo tiempo. Ella ríe.

                —Ah —murmura—, con razón me gustó.

                Comienzo a cambiar las fotos, diciéndoles los nombres de las ciudades, comentándoles algo si es que había estado ahí. Al final, a los tres nos encantó una. Nos paramos con las maletas a preguntar si hay vuelos.

                —El vuelo está muy vacío —nos dice la señorita—. Y eso que sale en una hora y media. —Ríe—. ¿Van a comprar boletos?

                —Sí —digo y es cuando me mira, se le cae la cara.

                —Ay, Dios mío, Justin.

                Habla como si me conociera.

                —Estás retirado, Dios. Bueno, te felicito. Debe ser muy loco todo por lo que has pasado.

                Suspira.

                —En fin… Tranquilos que no le diré a nadie adónde se dirigen. Espero disfrutes tu nueva vida. Siente como si acabaras de nacer.

                Le asiento con la cabeza.

—¿Relajada? —le pregunto a _____. Asiente con la cabeza, no deja de mirar por la ventana—. ¿Qué tanto piensas?

                Suspira.

                —No dejo de pensar que no solo dejamos una ciudad. Si no una vida.

                —Pues yo pienso que regreso a mi antigua vida.

                —Ah, hablando de eso.

Pontoon (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora