Capítulo 44

30 6 2
                                    

Habían pasado exactamente tres horas y media, lo supe porque Joel me había dicho la hora y siendo sincera pareciera como si sólo hubiesen pasado tres segundos

-¿Vamos? – habló poniéndose de pie y extendiéndome su mano para imitar su acción, la tomé y me coloqué a su lado para comenzar a caminar hacia el hotel

-Entonces ¿no te gusta la mostaza?

Él negó – Sabe horrible – concluyó

-Es que no se supone que la comas sola – reí

-Aunque no la coma sola juro que en la hamburguesa sabe espantoso

-Eres un delicado – digo rodando los ojos

-Eso es mentira – se defiende – A ti no te gusta el chocolate con menta y no digo nada

-Es que es una combinación asquerosa

-Y el delicado ¿quién se supone que es? – cuestiona arqueando su ceja

-Sigues siendo tú – le sonrío ampliamente

-Eres mala

-Es un don – me encojo de hombros y suelta una carcajada para luego entrelazar sus dedos con los míos, acción que sin duda me deja confundida, pero sin duda, es hermoso.

No hace falta hablar, el tacto de nuestra piel es suficiente, juro que si pudiese capturar este momento, lo haría, sin duda.

-¡Rayos! – digo recordando que mi llave está dentro mi habitación

-¿Qué? – me cuestiona un tanto confundido, por lo visto él no lo recuerda

-Las llaves – le recuerdo

-Cierto – dice golpeando levemente su frente

-En recepción seguro tienen extra

-Si buena idea, donde seguro ya está cerrado – le recuerdo

-Tranquila, mañana conseguiré una

-¿Mañana? – abro mis ojos como platos – Igual no quería dormir en mi cama

-Hey no, claro que no dormirás afuera, seguro que Zabdiel está dormido

-No Joel, eso será raro

-¿Qué?

-Dormir con dos chicos – respondo obvia

-No te pasará nada

-Eso lo sé, sólo dije que será raro

-Tú sólo ven – antes de que pueda decirle algo tira de mi brazo y me lleva hasta donde está su habitación

Una vez que la puerta se abre, gracias a la luz de los pasillos logro ver a Zabdiel con el torso desnudo y durmiendo complacidamente

-Me quedaré en el suelo – dice en un susurro cerrando la puerta y ahora si nos quedamos a oscuras completamente

-No, yo me quedo en el suelo

-Lily por mi culpa te quedaste afuera – escucho como Joel cae al piso seguido de muchas cosas -Auch – se queja – Me di en mi dedo chiquito

Suelto una carcajada

-Despertarás a Zabdiel – respondo

-Tiene el sueño más pesado que nada

-No te veo - menciono – Espera, ¿sigues tirado?

-Sí y creo que me estoy quedando dormido – me pongo que rodillas y comienzo a buscarlo con mis manos

-Lily... - menciona con una voz ronca y me avergüenzo porque accidentalmente lo primero que logré tocar fue su miembro y me sonrojo a más no poder, agradezco que él no pueda verme

Él es arteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora