Capítulo 4
La charlaSe estaba acercando a mí, ¡¿SE ESTABA ACERCANDO A MI?! Sí, definitivamente, Federico Vigevani se estaba acercando a mí.
Falsa alarma, se fue para otro lado. Pero nunca voy a perder las esperanzas de que me hable.-Isissssssss, al fin te encuentro.- Grita Samy acercándose.-Ven, bailemos.
-Bueno.
Bailamos un rato y sentí como si mi cuerpo se estuviera incendiando.
-Hace demasiado calor, Samy.-Dije haciéndome viento con las manos.
-Hola, guapa.-Saludó un chico refiriéndose a Samy.
-¿Hola?
-¿Bailamos?
-Lo siento, no puedo dejar sola a mi amiga.-Vi su cara de frustración, el chico era realmente guapo.
-Descuida, de igual manera necesito salir a tomar aire, anda.
-¿Segura?
-Si, tonta. Anda.
-Bueno. Cuídate.
Deje a Samy con el chico y salí. Sentí una ola de alivio al sentir aire fresco sobre mi cuerpo. Me senté en el cordón de la calle.
Había gente afuera, no mucha, pero había y entre esos estaba Federico, y... ¿Me estaba mirando? Sí, y también se acercó. Me acomodé rápidamente el pelo.-Hola.
-Hola.- ¡BIEN! No tartamudeé.
-¿Me puedo sentar?
-Claro, no soy dueña de esto.
Sonrío y se sentó a mi lado.
-Vos sos mi vecina.
-Ya lo sé.
-¿Qué haces acá?
-Nada, sólo respiro. Adentro hace demasiado calor.
-Es verdad, por eso mismo salí, Isis. Bueno, y por otra cosa.
OH POR DIOS, OH POR DIOS, SABE MI NOMBRE.
-¿Qué otra cosa?- traté de sonar lo más normal. Pero obviamente no me salió, no cuando tu crush de toda la vida sabe tu nombre.
-Bueno, digamos que las cosas no están saliendo como esperaba.
-Qué mal.
-¿No me vas a pedir mi número?
-¿Por qué tendría que pedírtelo?
-Perdón.- se río- Es que a todas las chicas a las que me acerco lo primero que hacen es pedirme mi número.
Si quieres pásamelo, papito.- pensé.
-Aah, jajajajaja. Pues...
-¡FEDERICO! ¿QUÉ HACES CON ESTA?- Interrumpió gritando la zorra de Stacy.
-Solo hablamos, mientras tú estabas besándote con Aaron.