-Es raro cómo hablas.-Le digo.
-¿Por qué?-Mira confundido.
-Porque eres de Uruguay y tienes otra forma de hablar.
-Es ver... espera, ¿cómo sabes que soy de Uruguay?-Frunce el ceño.
Oh, oh. Esta vez sí que metí la pata.
-¿Porque me lo dijiste?-Pregunto una afirmación, sí, wtf.
-Nunca antes habíamos hablado. ¿Será que me espías?-Me mira directamente a los ojos y se pone una mano en la barbilla.
-¿Qué? ¿Cómo lo sabes?, digo, no.-Estoy mega nerviosa.
-con que Isis Castillo me espía, ¿Eh?-Dice con una pizca de diversión en su voz.
-Yo no...
-Tranquila, no sos la única acosadora acá.-Se da la vuelta y sale de su cuarto.
¿Qué pasó aquí? ¿Cómo puedo ser tan estupida? ¿Qué quiso decir con que no soy la única? ¿Por qué salió del cuarto?
Son las preguntas que pasan una y otra vez dando vueltas en mi cabeza. Me acuesto otra vez y trato de dormir, pasan 2 horas y 27 minutos desde que Federico se fue, casi son las tres de la madrugada. ¿Qué estará haciendo?
Me quedo pensando hasta que se escucha la puerta de su habitación abriéndose. Entonces me hago la dormida.-Isis, psss, Isis.-Me toca suavemente el brazo.-Despierta.
-¿Qué pasa?-Disimulo una voz de recién levantada.
-¿Puedo dormir contigo?
-¿Qué?
-Que si puedo dormir contigo.
-Está bien.-Me corro un poco dejándole un poco de espacio.
-Espera.-Se va al baño.
¿Por qué acepté?
Cuando vuelve tiene otra ropa que le queda holgada, supongo que es su pijama.
-Listo. Date la vuelta.
-¿Eh?
-Que te des la vuelta.-Habla firme.
Le doy la espalda y me pongo lo más lejos de él posible. Pero me tenso al sentir sus brazos rodeándome la cintura y acercándome más a él.
Poco a poco mi cuerpo se va relajando y mis ojos se van cerrando hasta alcanzar el sueño profundo.<><><><><><>
POR FIN ME ANDA WATTPAD, tuve que actualizarlo porque no podía escribir más de 50 palabras ¡ni siquiera podía leer! ¿ENTIENDEN QUE SIGNIFICA ESO? ES LO PEOR, ah re exagerada, bueno, solo eso.
Lxs quiero