En este momento estoy sentada afuera del hospital sola , tomando un café para no dormirme. Tengo unas ojeras muy marcadas, son las 6 de la mañana y todavía no tenemos noticias sobre lo que le pasó a mamá.
Hace demasiado frío, pero me aguanto.
Lloré mucho, aunque eso no va a ayudar en nada, pero necesitaba desahogarme.-¿Tenés frío?-pregunta y niego con la cabeza.-No seas orgullosa, tomá. Dice dándome su buzo rosado.
-Estoy bien, en serio.-Contesto sin mirarlo.
-Tenés que dormir un poco.
-Mira, Fede, no quiero ser mala, pero necesito estar sola. Déjame un rato sola.-Ahora lo miro.
-No.-Se sienta a un lado mío.
-¿Tanto te cuesta entender que quiero estar sola?-Digo con la voz quebrada al acordarme que mi mamá sigue en la cirugía, pero no pienso llorar.
-No te voy a dejar sola en este momento, déjame acompañarte.
Cuando no aguanto más, me pongo a llorar y lo menos esperado (por mí) pasa. Fede me abraza y dice cosas para tranquilizarme, pero las lágrimas salen sin parar. Le correspondo el abrazo y quedamos así unos minutos hasta que las lágrimas dejan de salir.
-Gracias.-Digo soltándolo, pero el deja su brazo derecho en mi hombro. Con un poco de pena apoyo mi cabeza en su hombro.
-De nada.-Dice aferrándose más a mi.
Me pellizco disimuladamente para probar si esto es o no un sueño, es que una de las mejores cosas me está pasando, ¡Estoy abrazada a mi crush de toda la vida!
Y como todo lo bueno tiene su final, este llegó al suyo cuando vino mi hermana a buscarnos para decirnos que el doctor quiere hablar con nosotros.
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*Después de la charla con el doctor*-Lo siento.-Susurró y se fue.
-¿Qué?-Susurré con la voz entrecortada y las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos; me caí de rodillas al suelo.
No, esto no puede estar pasando, no otra vez, esto es una pesadilla que se repite una y otra vez. Primero mi padre, ahora mi madre.
No pudiste irte así nomás, mamá.<><><><><><><>
Perdón por lo corto, mañana sigo babyyss