Empecé a patalear en el piso como una nena de 5 años y sentí que unos brazos me agarraron; dejé de tocar el suelo, me sentaron en una silla. En este momento no me importa nada, lo único que quiero es estar con mi mamá, a partir de ahora solo tengo a mi hermana.
-Isis, Isis, despierta.-Me gritaron y desperté.
Estaba sentada en una silla del hospital.
-¿Fede?
-Si, ya casi terminan de operar a tu mamá y el cirujano nos va a decir cómo le fue.
¿Entonces todo fue un sueño?
-¿Cómo?
-Cuando estábamos afuera te quedaste dormida en mi pecho.-Uuuuh, qué vergüenza.- Te traje hasta acá porque hacía mucho frío y ahora te estás desper...
-Familiares de...-No dejé terminar al doctor porque ya sabía de quién estaba hablando.
-Acá.-levanté el brazo izquierdo.
Se acercó hasta donde estábamos.
-La operación fue un éxito, en unas horas podrán verla, es que la anestesia sigue con su efecto.
En este instante pude respirar bien por primera vez desde que me enteré de que vine al hospital.
-Gracias.-Agradecimos al unísono con Fede y el doctor se retiró, entonces me di cuenta de que Alicia no estaba.
-¿Donde está Alicia?
-Fue a buscar plata para pagar la operación.
Asentí como respuesta.
-Gracias por quedarte.
-De nada.
-Puedes irte, no hace falta que te quedes más tiempo.- Dije al ver sus ojeras, seguramente tenía sueño.
-No importa.
-En serio, anda a dormir.
-Está bien, cuídense.-Se despidió mientras me daba un beso...
En la mejilla, obviamente.
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-Mamá, como me asustaste.-Fue lo primero que salió de mi boca al verla.
-Isis.-Se podía notar lo débil que estaba por su voz
Le di un fuerte abrazo, esos que das después de no ver a una persona en mucho tiempo.
-Te amo, mamá.
-Yo más, mi niña.
-En un rato llega Alicia, fua hasta casa a buscar dinero.