3. a tu cuidado... (parte 1)

444 41 17
                                    

Género: soft/fluff!AU
Pairing: MarkJae-soft (secundaria) ; 2Jae-fluff (principal)

Advertencia: el regreso de YoungJae híbrido

__________________

Parte I


Mark Tuan no era precisamente el ejemplo de hombre que se sienta por las noches a escribir los sucesos más importantes de su vida, es más, ni siquiera del día. Por lo general procuraba tener algún tentempié en la alacena para disfrutar sus horas previas antes de dormir, siendo rehén de la pereza por cuenta propia. Lastimosamente su vida tan pacífica y monótona -porque así lo quería y así le gustaba-, pegó un giro drástico al recibir su segunda mascota luego de recordar vagamente al conejo que tuvo de niño.

Un gato. Solitarios, poco sociables, limpios si los educabas bien y no ladraban, era lo mejor de todo. Mark aceptó al inicio no muy convencido cuando JinYoung se lo entregó en una cajita de cartón corrugado, bastante liviana como para creer que se trataba de una broma. Allí estaba, sin embargo, durmiendo sobre una manta rosada de lana, un diminuto gato rubio con orejas tan grandes como sus ojos.

Mark no quiso aceptarlo cuando se reunió con JinYoung nuevamente porque según éste, se había olvidado de comentarle un pequeño detalle no tan significativo. El gato, al cual Mark absurdamente había llamado con nombre de humano: YoungJae, no era más que otro ejemplar de la estirpe híbrida. En otras palabras, Mark le escupió la gaseosa en la cara al enterarse de que su gato alias YoungJae se transformaría en medio humano luego de un año.

Pero el gato era lindo. Le había adiestrado para que usara su caja de arena y no defecara en la alfombra del baño como las primeras veces. Sí, era lindo, quizá demasiado. YoungJae había crecido, convirtiéndose en un gato -rubio- adulto que paseaba por los altos muebles balanceando su cola hasta detenerse en el borde a limpiar sus patas y sus bigotes. Y asaltar su alacena en la madrugada para comer todas las frituras que Mark guardaba como reserva, encontrándoselo tirado en el suelo de la cocina con dolor de estómago y lloriqueando por no poder controlar su transformación.

Era como tener una mascota, y un niño. Un niño adulto con apariencia de gato rubio.

La figura nueva de YoungJae había dejado de asustar a Mark, ya acostumbrado a verle salir hacia el patio como un felino, y verle regresar por el pasillo con una flor en sus manos.

De cualquier forma la apariencia dulce y linda de su gato-humano-híbrido era momentánea, ya que poseía un carácter fuerte cuando se enojaba o no quedaba más alimento de pescado. Mark le decía que podría comer pescado en su forma humana pero YoungJae simplemente se retorcía entre mantas y almohadones del sillón a murmurar muy enfadado. Y murmuraba por horas y horas, observando con sus ojos afilados lo que sea que estuviese haciendo Mark en la computadora de la sala, con un tic maleante en uno de sus ojos.

Fue entonces que decidió tomar uno de los cuadernos vacíos y anotar instrucciones para cuando lo dejara al cuidado de su buen amigo JaeBum. No estaba seguro de dejarlo con él, primero porque YoungJae no se llevaba con otros gatos puramente animales y JaeBum poseía tres, dentro de los cuales estaba una gata bautizada Nora que era una especie de reina en el hogar. Y segundo, porque YoungJae en su forma humana era malditamente coqueto y JaeBum era fácilmente influenciado por sus encantos. En definitiva, no quería ser el celestino de una relación humano-híbrido, pero JinYoung no estaba en el país y ninguno de sus otros amigos había cuidado un animal en su vida. Jackson sí, cuidaba de sí mismo y procuraba poseer sus orejas castañas siempre limpias debajo de su gorra.

Pero él no contaba. YuGyeom menos. Y BamBam... él apenas podía con sus diez hijos; los de cuero, gamuza, con tacos, los de deporte y entre casa.

**

N°1
YoungJae es mío.

Era estúpido escribir aquello, Mark consideraba la opción como un hecho, pero JaeBum era olvidadizo y antes de querer adoptar a su mascota híbrida prefería recordarle que él ya tenía un dueño.

N°2
YoungJae duerme por las noches como animal pero despierta como humano. Procura que descanse en una cama grande en el centro del colchón.

No quería decirle explícitamente que lo dejara dormir con él. JaeBum tenía la manía de abrazar, y YoungJae de tocar lo que sea que estuviese cerca. Matemática básica.

N°3
Si se enoja, sólo déjalo.

Había perdido la cuenta de cuántos rasguños consiguió cuando sólo era un gato pequeño e intentaba consolarle después de haberse atorado con su propio balanceado blando. Y también de cuántos golpes le propinó YoungJae humano cuando corría detrás de él disculpándose por no haberle dejado ninguna bolsa entera de papas fritas. Su lado malvado le decía que no le advirtiera de ese detalle para así tener a JaeBum lejos de su adorado híbrido, aunque la parte bondadosa triunfó al final.

N°4
Si se enoja y pasa más de dos horas balbuceando para sí mismo, acércate despacio y en silencio acaricia sus orejas por detrás.

No solamente YoungJae era coqueto cuando ansiaba poseer algo que no podía adquirir por cuenta propia, sino además era muy petulante. Aceptaba gustoso los cumplidos que Mark le hacía acerca de su cabello sedoso y aclarado cada que peinaba su melena justo detrás de sus orejas felinas. Los halagos eran buenos amortiguadores de su enfado y prácticamente YoungJae olvidaba el motivo por el cual se había enojado.

No queriendo ser muy detallista, dejó ahí mismo el punto anotado en el cuaderno; cuanto menos mimos y contacto físico hubiera entre JaeBum y YoungJae, Mark lo consideraba mejor.

Y...

N°5
No importa lo que te diga, no importa lo que haga, prometa o ruegue, si YoungJae te toca de más o intenta siquiera intimar contigo entre sueños, DEBES meterlo a la ducha, JaeBum. Sin excepciones.

Su último anote le hizo dudar. No muy convencido revisó las vagas pero objetivas instrucciones -o bueno, bien eran pequeños datos de interés para el mejor trato de su híbrido animal- considerando que tal vez era apresurado dejarle así a YoungJae. Sobre todo el último punto. JaeBum era un buen sujeto, muy agradable de hecho, atento, amante de los gatos y algún que otro perro domesticado. Dejarle a un híbrido, sin embargo, era como dejarle a su cuidado un niño inquieto.

Estuvo a nada de cerrar el cuaderno cuando Mark recordó dejarle en claro una vez el punto más importante.

YoungJae, ya entrada la noche, se había acurrucado sobre el sillón frente a su cama king size a jugar con el ordenador portátil sobre sus piernas, una nueva versión de un juego que tenía sus varios años dentro del mercado, cayendo luego de quince minutos dormido con la cabeza enterrada tipo avestruz entre las almohadas de adorno. La imagen era confusa, con toques de diversión y algo de ternura. Todo alrededor de YoungJae era lindo, menos cuando se enojaba.

Mark suspiró cansado echando la última oleada de palabras en el anotador, repitiendo la frase:

N°6
JaeBum, YoungJae es mío.

Y cerró el cuaderno.











Alcor ζ [GOT7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora