capítulo 1

56 4 0
                                    

La vida es difícil todos lo sabemos está llena de peligro, algunos inofensivos y otros no tanto. Es por eso quizás por lo que Clara es como es. Creció con la perspectiva buena de las cosas, pero ni su positivismo puede salvarla de la triste realidad.

_ Te dije que no vinieras, esta es mi pelea no la tuya _declaro para luego tratar de recuperar la calma. _ Ya te dije que tenías razón ¿qué más quieres? _cuestiono casi gritando, lo de respirar no funcionaba realmente, pero al menos estaba tratando.

_ Solo vine a ayudar, no pido que me perdones por ser un idiota, pero mientras estés aquí y corras peligro no te dejare _dijo muy decidido de sus palabras aun que sin ocultar su culpa y tristeza.

_ Disculpa, pero estoy más capacitada para defenderme que tu ¡Ya no mas niña tierna!_dijo adoptando una posición de ataque al pronunciar esto último. _ Y a ti te vale madres si estoy en peligro _agrego aun molesta, pero sin poder evitar verse adorable. _ ¿Por qué lo trajiste en un principio? _pregunta dirigiéndose al otro chico quien solo se encoge de hombros ante su pregunta.

_ ¿Acabas de decir un insulto con coherencia? _pregunto con incredulidad. _ Y claro que me importa tu lo sabes muy bien esto es nuevo para mi_.

_ ¿Sabes qué?, me vale tres kilos de tamarindo, cinco de papaya y dos de tomates. Yo puedo sola _dice muy rápido totalmente roja por el enfado.

_ Y ya volvimos a los insultos con frutas _dijo mientras negaba con la cabeza con una pequeña sonrisa adornando su rostro.

_ Sip, pero eso significa que de veras está enfadada _dijo mientras la veía alistarse pronunciando por lo bajo quien sabe que cosas. _ ¿Qué fue lo que le hiciste? _

_ Pues es una larga historia _dijo con tristeza mientras la veía a ella; quien empezó todo esto.

10 Años atrás..

Una madre más que desesperada busca a su hija por todo el palacio. Ya lleva buscándola casi 30 minutos. Es una niña de cinco años. Y aun nada. Eso sirve para preocupar a cualquiera.

_ Clari , ¿Dónde estás preciosa? Si tan solo este lugar fuera más pequeño o ella no fuera tan buena escondiéndose _pensaba en voz alta hasta que recordó como convencer a su hija de hacer lo que ella quisiera. _ Pequeña si sales y me dejas ganar por esta vez podrás ayudarme en el jardín luego_.
Tal vez pensaran que le hubiera mejor ofrecido dulces o algo por el estilo, pero no. Clara es diferente. El jardín de su madre era algo super especial en su familia. Así como saber cuidarlo lo cual se pasaba de generaciones. Y que su madre quisiera que ella la ayudase. Era un honor.

_ Solo por esta vez te dejaré ganar mami_ decía entre risas una pequeña Clara asomándose por la puerta.

_ Allí estás preciosa _dijo su madre alegrándose de verla, tomando la entre sus brazos y elevando la por los aires mientras la menor reía.
Luego de bajarla ambas se dirigieron hacia la habitación de la menor mientras la misma iba dando saltitos aún de la mano de su madre. Ya en la habitación Clara se dispuso a cambiarse de atuendo con ayuda de la servidumbre. Pero no podía permanecer sería ya que era muy sensible. Y le hacían cosquillas al intentar ayudarla a cambiarse. Eso provocaba que tampoco pudiera estarse quieta. Por más que lo intentará apenas si podía contenerse.

_ Señorita Clara si no se queda quieta nunca voy a poder terminar_ le dijo con una dulce sonrisa, una de las chicas que arreglaban su atuendo. Le agradaba mucho la pequeña niña. A quien no, si se  robaba el corazón de todas las personas que la conocieran.

_ Lo intento lo más que puedo_ dijo Clara poniendo la cara más seria que pudo cruzando sus brazos sobre su pecho para parecer ofendida y con un puchero  mientras aún intentaba no reírse. Una imagen muy cómica. Que al verla la joven no pudo evitar reírse negando con la cabeza.

Tu Blanco en Mi NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora