Pumpum my heart - Changki +17

1.2K 121 46
                                    

Los dedos de Kihyun se habían alzado, apoyando ambas manos a cada lado de los hombros ajenos. Le miraba curioso desde arriba, pestañeando cuando le vio empezar a trabajar en su cinturón y sus pantalones. Los estaba bajando, claramente iba a pasar algo malo y él no estaba haciendo nada por detenerlo. Changkyun le acariciaba la cintura con una mano, subiendo y bajando hasta acercarse a besar su pecho sobre la remera y abrazarlo con cuidado. El peli rosa respondió acurrucando la cabeza en su hombro, peinando los cabellos rubios hacia atrás, aguantaba los jadeos que estaban a medio escapar.

— Hyung... que lindo es. — Kihyun se quejó en un ronroneo, frotando un poco más la cabeza, no quería separarse del olorcito que emanaba, un colonia fresca y mentolada, que se mezclaba con el olor a café habitual de su cuerpo. Aparentemente había logrado excitarlo con los mimos porque Changkyun aguantó la respiración y su piel se estremeció quedando sus vellos parados. Era estresante, nunca habían llegado a tocarse tanto y lo tibio del peli rosa no ayudaba.

Al final el rubio decidió levantarse de la silla, tomando con ambas manos las mejillas ajenas para comenzar un beso suave y necesitado. Necesitado de aceptación a lo que sea que fuesen a hacer. Kihyun tenía las manos apoyadas a los lados de sus brazos, apretándole la remera, retorciéndola, desahogando los nervios ahí mismo.

— Umgh. No te alejes. No te alejes de mi. — y es que el rubio había dado pasos hacia atrás para llevárselo del baño al sillón que estaba a solo tres metros de distancia saliendo de allí. Kihyun por su lado estaba reticente y trastabilló yendo con él, sus piernas temblaban, apenas podía mantenerse en pie del calor que sentía en su entrepierna, todavía estaba anonadado por haberse excitado con besos en las manos. Con vergüenza apretó la cabeza en el hombro ajeno, abrazándole ahora por el cuello.

— Solo... movámonos al sillón, no entramos en la silla. — su voz ronca avisaba que su cuerpo estaba dando todo de sí para no fundirse como caramelo en verano. Fueron en pasos toscos y ajetreados, ambos demasiado pequeños para poder cargarse entre sí y cayeron entre abrazos y caricias suaves en los almohadones. Kihyun por arriba, seguía siendo más pequeño y sin duda pesaba mucho menos que Changkyun, sus contexturas físicas no se parecían en nada. El pelirosa mantenía una cintura marcada que el más joven disfrutaba dándole atención y apretones, metiendo las manos por debajo de la remera, acariciando.

— Changkyunnie... ¡no le cuentes a nadie que te robe la inocencia! — Kihyun exclamaba eufórico y el otro solo pudo ponerse a reír en lo que hurgaba los pantalones y bóxers de su pareja, tironeándolos hacia abajo. Buscó con la cabeza ir al cuello ajeno y comenzó a repartir besos lentos y secos en lo que el peli rosa mimaba su cabellera rubia con lentos masajes.

— Tócame un poquito más... no seas así. — el rubio casi suplicaba, tenía las dos manos ocupadas acariciando el bulto y la cintura del mayor y sin embargo Kihyun solo le palmeaba la cabeza y la espalda, dejándolo caliente y sin nada, solo provocando que la sola imaginación le subiese a mil kilómetros por hora. Era una tortura china.

Cuando sus miradas se conectaron Changkyun volvió a ver la sonrisa más hermosa del mundo. Kihyun sonreía con sus mejillas sonrojadas y sus ojitos curveados perdiéndose en una medialuna. Era perfecto. Le vió bajar una mano con vergüenza a su blusa y Changkyun ayudó levantando los brazos, permitiendo que le desnudara el torso. Enseguida los deditos se pasearon desde los hombros hacia el torso, Kihyun estaba muy entretenido acariciando, en realidad nunca le había saboreado por tantos lugares y cuando se acercó para besar uno de sus pezones, el rubio se retorció hacia atrás, dando un salto por la sensación que le retorcía las entrañas.

— ¡No te alejes! Me dijiste que te tocara. — Kihyun tenía su rostro rojo y había alzado la cabeza enojado, bufando por como se le habían ido. Changkyun dejó escapar un pequeño quejido, temblando al volverse a acercar. En cierta medida tenían razón, pero no podía controlar su cuerpo y estaba perdiendo por completo el control de la situación. Tragó saliva con dificultad, su entre pierna ya empezaba a dolerle, eso no es la liberación que esperaba tener.

Lovely fluff is life [Showho|Changki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora