Lovely fluff is life [Showho|Changki]

The kiss stuff - Showho +18

Hoseok tenía la manía de no esforzarse cuando se bañaban juntos. Le gustaba ser consentido por todos lados y Hyunwoo disfrutaba enjabonándole cada rincón, cuidaba de no tocarlo demasiado en sus partes íntimas porque el rubio enseguida armaba un escándalo de zetas y gritos. Le masajeaba la musculosa espalda y apretaba apenas las turgentes nalgas que no entendía cual era la física para que estuvieran tan paradas y curveadas.

— Umgh, me estás toqueteando... ¿me violarás estando asustado? — los morritos del menor nunca se hacían esperar y Hyunwoo siempre le sonreía y negaba. Le besaba la frente para despreocuparlo.

No tardó demasiado en terminar de enjabonarse él mismo, la mirada del rubio muy atenta en cada lugar, se saboreaba los labios al ver los pelos del cuerpo ajeno estirándose y pegándose a la piel. El moreno era masculino, tosco y sexy, brutalmente sexy. Cuando terminó Hoseok estaba con los cabellos pegados a la frente y algo aturdido, encandilado por el show que había visto tan felizmente. Su entrepierna había empezado a despertar hacia unos momentos y trataba de esconderla entre sus piernas.

Hyunwoo no le prestaba mucha atención, se había acostumbrado a la intensa mirada que le daba y luego como se escapaba de sus brazos. Era caprichoso por sobre todas las cosas. Cuando pusieron los pies sobre la alfombra el moreno se encargo de envolver a su novio en un toallón y besó su frente antes de secarse. Hoseok le miraba a cada paso con añoranza y cuando Hyunwoo se giró no perdió el tiempo y sus brazos rodearon la espalda ancha, apretándola contra su pecho, hundiendo la nariz en su nuca, llegaba justo para olisquear.

— Mrgh, hyung, hueles rico. — una mordida fue suficiente para atrofiar alguno cables en la mente del mayor y un jadeo ronco salió de sus labios.

Hyunwoo sintió como una corriente le viajó directo entre las piernas y negó, estirando el brazo y palmeando a su novio para sacarlo de ahí, forcejearon hasta que el moreno pudo ganar y le envolvió en los brazos, caminando con él a la habitación, frotándole los cabellos con una toalla mediana y secando sus orejas.

— Es tú shampoo. — la sonrisa de Hoseok era amplia, perfecta con sus dientes simétricos mientras estiraba los brazos en la cama y se enrollaba en las sabanas. El moreno se sentó del lado que había conquistado como suyo, terminó de secarse y volvió a levantarse para buscar un par de bóxers. Hoseok le había hecho una caja forrada en cuerina al lado de la mesa de luz con varias prendas que le había ido robando o que el otro se dejaba en su casa, por lo que tenía provisiones para cuando sucedían esas cosas y tenía que quedarse de imprevisto a cuidarlo.

— Mmm. ¿Qué es todo esto? — el rubio tenía entre sus manos el celular de su pareja, subía la pantalla y sus mejillas se iban sonrojando cada vez más. Jamás se habían revisado los celulares, pero Hoseok simplemente estaba aburrido y el suyo estaba en el living y no iba a ir a buscarlo para que un demonio se lo comiera. 'No era tan estúpido'.

Los ojos del chico se fueron abriendo cada vez más cuando interpretó lo que estaba pasando. Su piel oscura volviéndose roja, cuando hicieron contacto visual Hyunwoo salió disparado. Tomó la mano más pequeña y le quitó el aparato de las manos. Hoseok tenía los dedos estirados, estaba rojo y ahora asustado por la violencia, su pecho subía y bajaba y sus lágrimas estaban al borde del suicidio. Mordisqueando sus labios con pena y susto.

— Oh. No llores. No llores bebé. — trataba de calmarlo, aunque su pecho tampoco paraba de inflarse. Se acercó un poco más, olvidando la ropa por completo y poniéndose sobre su pareja, una pierna a cada lado y con una mano le acariciaba la mejilla para consolarlo. Ese llanto fácil era un problema y una debilidad para Hyunwoo.

— Solo estaba mirando... fuiste muy rudo. ¡Y son miz fotos! Tengo derecho a verlas todo lo que quiera... ¿Te masturbas mirándolas? Salgo con un pervertido. — Hoseok se removió para mirar a un lado, con sus morros inflados y negando susceptible. Hyunwoo solo pudo reír, su rostro aún sonrojado. Bajó para besarle y Hoseok le tironeó hasta hacerle caer y sus cuerpos se friccionaron suavemente, un quejido escapó de ambos labios.