Blue Velvet [Benedict Cumberbatch y tu]

Capitulo 40

- La última vez que estuvimos sentados frente al mar como ahora fue la mejor noche de mi vida – Confesó con orgullosa nostalgia.

- ¿En Fiji?

- Claro que en Fiji ¿Dónde más? Fue la mejor noche de mi vida.

- Fue la noche que te dije que publicarían mi libro y que me invitaste a la Marvel – Con.

- Wow, no recordaba eso. Esas dos cosas cambiaron el curso de todo.

- Lo sé.

- Pero no hablo de esa noche sino de la que vino después. Cuando tomamos unas cervezas en la playa al atardecer. Tenías un vestido parecido a este pero con una tela más fina que no dejaba mucho a la imaginación, Dios, estabas tan hermosa esa noche... Estábamos ebrios pero solo recuerdo que estaba tan feliz y te deseaba tanto... Me deshice de tu vestido y el resto es historia.

- ¿Qué historia?

- ¿Estás bromeando verdad?

- Benedict no tuvimos sexo en la playa.

- Si lo hicimos.

- No no no, estábamos ebrios y la marea subía, nos fuimos a la cabaña y nos quedamos dormidos, nada pasó.

- No espera, me asusta mucho que no recuerdes lo que pasó.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Todavía tengo tu aroma impregnado en todos mis sentidos, me deshice de tu vestido y estuve un rato larguísimo con la cabeza entre tus piernas, recuerdo tus gemidos y como arqueabas la es-

- Ok no, eso es demasiado, no quiero oírlo. Idealizaste todo Benedict.

- No es demasiado.

- Espera, ¿Fue cuando llevaste la pizza a la playa?

- No, fue... No puedo creerlo ¿Fue tan fácil de olvidar? ¿De verdad no lo recuerdas o lo haces para molestarme?

- Ok puede que tengas razón...

- Me tomas el pelo ¿Me estás tomando el pelo? – Dijo riéndose pero un tanto frustrado

- No ¿Sabes? Está bien, tienes razón. Fue exactamente como lo dices.

- No me digas ahora que si como si fuera un niño solo para darme la razón.

- No estoy haciendo eso – Dijiste riéndote tontamente y tirándole un poco de arena, lo que te acababa de decir te había descolocado completamente, él se sorprendió con el gesto pero parecía levemente reconfortado por la repentina confianza – Solo supongo que sí, hay cosas de las que me he olvidado – Él te miró con una expresión de tristeza – ¡No me mires así! Fue un mecanismo de defensa, fue menos doloroso olvidar esas cosas que vivir con ellas.

- Está bien.

- Te extrañaba mucho ¿Sabes? Y a la vez estaba tan molesta...

- Lo sé linda – Dijo el apoyando su mano sobre la tuya que descansaba en la arena – Lo siento tanto... Sé que pasó mucho tiempo pero te sigo extrañando, no solo eso, sigo amándote.

- Benedict...

- Compré una casa en Camden. Ahora que tengo a los niños necesitaba un poco más de espacio. Eso y cada rincón de mi antiguo departamento me recordaba a ti. La casa es preciosa, tiene un jardín enorme y transformé dos de las habitaciones en oficinas, podrías trabajar desde allí, acomodarla a tu gusto y además, el living tiene una biblioteca que me queda grande. No tengo tantos libros pero me encantaría que la completáramos con los tuyos.