Capitulo 21

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El sábado te levantaste temprano para poder dejar tu casa en condiciones y principalmente para hacerla un poco más apta para dos niños de 5 y 3 años respectivamente. La realidad era que estabas aterrada y no habías podido dormir casi nada, conocer a los chicos era algo que te estresaba más de lo que querías admitir y una situación que no tenías idea de cómo abordar "Míralo como que es más amor en tu vida" Te había dicho Norah el día anterior cuando acudiste a su casa a pedirle consejo "Y por el amor de Dios no seas una dictadora, para eso están los padres, ellos son los que tienen que ponerle los límites, tu trabajo es siempre estar en plan buena onda, lo que no quiere decir que te dejes pasar por encima por los niños pero no creo que sean tan terribles, seguro son tan o más correctos que Ben asique deja de tener miedo".

Habías procesado y pensado esas palabras durante horas mientras tapabas enchufes y ponías en lo alto de la biblioteca cosas que no querías que se rompieran. Tampoco tenías idea si era necesario que hicieras todo eso, pero no sabías como eran los niños ni Ben estando con ellos ¿Y si era un obsesionado con la seguridad? No podías no tapar los enchufes. Querías hacerlo sentir tranquilo a él también.

Cerca del mediodía escuchaste el auto de Ben estacionarse en tu puerta así que prendiste el horno y saliste a recibirlo. Era un espectáculo verlo en su papel de padre, y contrario a lo que esperabas creíste haberte enamorado más de él en lo que tardó de bajar del auto, agarrar a los niños y saludarte.

- Kit, cuidado con la puerta ¿Si? ¿Puedes bajar tus cosas? Yo llevo a Hal – Dijo Ben desatando de su silla a su hijo más pequeño

- Si, papi – Respondió Kit rápidamente

- Ven ponla en tu espalda ¡Cielos! ¿Qué traes ahí? Pesa como si fuéramos a mudarnos – El chico rió y se tapó la boca.

- También traigo cosas de Hal – Se excusó

- ¿Tienes a Copito ahí dentro? – Preguntó Ben. Copito parecía importante.

- Aham.

- ¡Estupendo! ¿Estamos todos a bordo? – Dijo poniéndole alarma al auto.

- ¡Copito! – Exclamó Hal pidiendo a lo que sea que fuera Copito.

- Copito está en la mochila de Kit, Hal. Lo dejaremos salir cuando estemos dentro así no se pierde ¿Está bien?

- ¡Sii! – Dijo el menor levantando sus cortos brazos por sobre su cabeza.

- Ok, recuerden saludar y ser amables ¿Podrían hacerlo por mí? Es importante y saben que confío en ustedes. ¿Cierto?

- ¡Cierto!

- ¡Bien mosqueteros aquí vamos! – Dijo y los tres se dirigieron hacia la entrada donde los estabas esperando, Benedict tomaba de la mano a Kit y cargaba en brazos a Hal, era una imagen que te iba a costar borrar de tu mente.

- ¡Hola! – Dijiste completamente desbordada por la situación. Benedict te besó en los labios delicadamente.

- Chicos, ella es mi novia. Cariño, por este lado tenemos a Kit, 18 kilos de puro amor por los comics y la ciencia ficción de los 80.

- Creo que sé a quién culpar...¿Te gusta Star Wars?

- ¡Claro que sí!

- Entonces tengo que mostrarte mi sable de luz autografiado por el mismísimo Luke Skywallker – Si le gustaba Star Wars se iban a llevar bien – Bienvenido a mi casa.

- ¿De verdad? ¡Gracias! – Dijo y te dio un abrazo – ¿Papá podemos ver el sable de luz antes de comer?

- Podemos hablarlo adentro. Y aquí esta Hal, 3 años y 2 meses, le gustan los juegos de ingenio y Copito.

Blue Velvet [Benedict Cumberbatch y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora