Capitulo 32

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- ¿Hola?

- ¡Hey! Acabo de aterrizar en Londres.

- ¿Tienes quién te pase a buscar?

- Si, Maisie me llevará a casa.

- Estoy trabajando, hablamos después.

- Si claro, si te llamo cinco veces eventualmente te cansas y atiendes.

- Adiós.

- Ben...

Y cortó. Otra vez que te hablaba con monosílabos y te dejaba con la palabra en la boca. Estabas enojada, no tenía derecho a tratarte así. Habían tenido una discusión ínfima hacía una semana por lo que no tenía ningún sentido que se tomara las cosas de ese modo y mucho menos que te ignorara de la manera que lo estaba haciendo, estabas dolida pero también estabas empezando a perder la paciencia.

No le escribiste por dos semanas y el tampoco dio señales de vida. No entendías que era lo que pasaba pero estabas determinada a ignorarlo para ver si obtenías algún tipo de reacción. Finalmente eso pasó un jueves a las dos de la tarde.

- ¿Estás en tu casa?

- Hola Benedict, buenas tardes ¿Cómo estás? Yo muy bien.

- Hola.

- Sí, estoy en mi casa.

- Necesito que me hagas un favor.

- Debe ser una broma.

- No te lo pediría si no fuera urgente, no me queda otra opción.

- Si, sé que soy la última opción para ti hace unas semanas.

- No puedo hacer esto ahora.

- ¿Entonces cuándo? Tienes tiempo para que te haga un favor pero no para hablar como dos adultos?

- Por favor, estoy con los niños. Tengo que ir al set y no tengo con quien dejarlos, les hace mucha ilusión verte.

- Claro que puedes traerlos.

- Genial gracias, estaré ahí en media hora.

A la media hora dos pares de piernas diminutas aterrizaban en tu vereda y corrían hasta tu puerta mientras gritaban tu nombre a viva voz, Kit y Hal estaban felices de verte pero a la vez extrañados de no haberte visto durante tanto tiempo.

- Que suerte que podemos quedarnos aquí, papá dijo que ibas a estar ocupada con tus cosas – Explicó Kit rápidamente

- Nunca estaré ocupada para quedarme con ustedes Kit.

- Te extrañamos – Dijo Hal

- Si ¿Por qué ya no vas a lo de los abuelos el fin de semana?

- Yo...

- Chicos debo irme, denme un abrazo – Dijo Ben acercándose hasta la puerta – Vayan entrando.

- ¿Tienen que hablar cosas de adultos? – Arremetió Kit.

- Algo así – Le respondió Ben dándole un afectuoso beso en el pelo y saludando a ambos con la mano mientras desaparecían dentro de tu casa.

- Descongelé algunos nuggets.

- Oh, enloquecerán.

- ¿Como tú? No lo creo – El no respondió, solo te echó una mirada seria y fría – Bien ¿A qué hora vendrás por ellos?

- Siento haberte dejado sola en Los Angeles y siento no haberte dicho lo de las revistas, mi agente ya se encargó del asunto.

- Está bien.

- Pasaré de vuelta a eso de las siete si te parece bien.

- Ok.

- Gracias por cuidarlos.

- Me gusta estar con ellos, no es nada.

- Debo irme nos vemos en la noche.

- Adiós.

La secuencia volvió a repetirse por tres semanas más. Los jueves eran el único día que veías a Benedict, te dejaba a los chicos y se iba al set. A la noche cenaban los tres en tu casa y él se apuraba a irse antes de que Kit y Hal se durmieran y de que tu sacaras el tema de qué estaba pasando y preguntaras por enésima vez por su comportamiento. No hablaban demasiado, solo intercambiaban información sobre los chicos y lo que habían hecho durante la tarde, él ni siquiera te miraba demasiado y si lo hacía era mientras no lo estabas viendo directamente.

Una semana después los chicos se quedaron dormidos en el sofá antes de que pudieran escaparse y luego de depositarlos en el asiento de atrás del auto decidiste abordarlo, la situación era insostenible y no ibas a soportarlo más.

- ¿Vas a explicarme de una vez que carajos te pasa? Desde Los Ángeles no volviste a hablarme y solo me llamas para que cuide a los chicos cuando nadie más puede hacerlo ¿Qué es esto? ¿Qué estamos haciendo? ¿Qué estás haciendo Benedict?

- Estoy bajo mucha presión en el trabajo.

- ¿Y por eso no me diriges la puta palabra?

- No, yo... No estoy pasando por un momento fácil

- ¿Y por qué no me hablas? ¿Ya no confías en mí? ¿Quieres dejarme y no sabes cómo hacerlo?

- ¡No! Solo es complicado y no puedo hablarlo contigo.

- Pensé que podíamos hablar de todo hasta que fuimos a Los Angeles. No sé qué es lo que pasó pero cambiaste radicalmente y me tratas como si fuera un mal necesario ¿Vas a darme alguna puta explicación? ¿Te piensas que la estoy pasando súper con esta idiotez?

- Tengo que irme.

- Bien, no esperaba menos. Nos vemos el jueves.

- Lo siento mucho.

- Adiós Benedict – Dijiste y te dirigiste a tu puerta con lágrimas en los ojos que por suerte el no pudo ver.

¿Qué creen que le pasa a Benedict? 

Blue Velvet [Benedict Cumberbatch y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora