Cap. 1

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Puedo ver sus delgados dedos acariciando los detalles de aquella pintura que tanto le gusta. Puedo ver sus ojos, fascinados, observando los trazos y luces a su alrededor. Puedo ver sus labios transformándose en una sonrisa torcida.

Puedo verla. Hermosa, soñadora.

Puedo verla frente a mi, más viva que nunca. Puedo verla, solo por un segundo, hasta que es tiempo de abrir los ojos.

Que ironía tan cruel solo poder verla en la oscuridad.

Sin nombre por ahoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora