Llegando a la empresa lo primero que hice fue saludar a Perrye, me dirigí hacia el piso 20 y después todo paso normal, hable un poco con Judy, y con Caitlin, aun quería meterle los sobresitos por donde no, con William ( mi sexi jefe) también todo iba bien y normal, a excepción de una ocasión en donde olvide que me llamaba Elizabeth, aun recuerdo y me avergüenzo y maldigo a mi misma por ser tan tonta.
"-Elizabeth- dice William, como no me llama a mi, sin apartar la vista de la computadora, sigo en lo mio.
William sale de su oficina y vuelva a repetir.
-Elizabeth-
Va y se para enfrente de mi, lo miro extrañada y sin darle mucha importancia sigo en lo mio.
-Elizabeth- dice con los dientes apretados poniendo una mano encima de la mía para que deje de mover el mause.
-¿Que pas...- recordé - ¿ me hablaba a mi? - pregunté avergonzada.
-No, le hablaba al señor de la limpieza-me respondió con una sonrisa fingida.
*Que gracioso* pensé sarcástica.
-lo siento- dije avergonzada bajando la mirada.
- que no vuelva a pasar- dijo severo."
Y eso fue lo único vergonzoso. La hora del almuerzo fue normal, platique más o menos con Judy y ella me contó un poco de su vida, por ejemplo me contaba de su novio y cada vez que me hablaba de él, Jack, se sonrojaba; pero cuando ella me pregunto sobre mi vida simple mente cambiaba de tema o le contestaba con otra pregunta, pero debo de admitir que con ella no es fácil cambiar de tema.
Al final del día me escondí en las bodegas,todos ya se habían ido a sus casa y todo estaba oscuro, el plan era sencillo, Max planeo todo, apago las cámaras quito la seguridad, (quien sabe como) y también hizo un milagro para que los vigilantes tuvieran un pequeño retraso, ya que ellos eran el mayor problema, ellos y sus hermosos perros, Rottweiler.
Tenia al menos una hora antes de que todo se volviera a activar, y yo si soy buena trabajando bajo presión (o eso creo yo), tenia la ropa normal del trabajo, mi falda y tacones, ya que como dije antes, todo esta asegurado y no quiero levantar sospechas al salir de aquí. Ya que seria raro ver a una chica de 20 años salir de una empresa multimillonaria y con traje negro y pasamontañas salir de ahí ¿o si? así para no levantar sospechas salgo con un traje típico de trabajo y ya nadie sospecho y todos felices.
Digamos que afuera de la empresa pasa mucha gente y pues ya intentamos todo, yo y Max, en crear un plan donde nadie me vea salir, revisamos planos de la empresa, túneles, y no nada que me ayude a salir sin ser vista, así que el plan fue ese, salir como una simple trabajadora con horas extras de trabajo.
Empecé a buscar en las bodegas, y los archivos de William y nada, digamos que la clave no es simplemente unos númeritos y letras, son cinco distintas claves con mas de cuarenta cinco códigos diferentes y diferentes idiomas también, todos esos malditos códigos se juntan formando una sola y como lo se, a ya que Max les dio la idea y no se para que rayos se las dio si ahora ya son enemigos, le dije a Max que tal vez ya cambiaron su táctica, pero el tarado esta de terco y dice que no, que conoces suficiente a sus enemigos, para saber que no la van a cambiar, búsque en todos lados, carpetas, archivos de computadora y incluso el baño ( no es cierto, es solo que me andaba de la pipi) y no encontre nada, busque en la oficina de William, y o sorpresa, la maldita oficina estaba cerrada con seguro, tarde unos cinco minutos en abrir la puerta y otros cinco minutos en buscar, y encontré, NADA! ! absolutamente nada.
Estaba dispuesta a largarme de ahí y reclamarle a Max, pero encontré algo que me llamó la atención, un folder rojo, escrito con letras negras: "Contrato de las empresas Eletrokess". Quería descubrir de que trataba esos documento, pero se me acababa el tiempo, con los documentos en manos me dispuse a salir, pero algo que no me esperaba paso.
-Creo que el señor se equivoco de hora y cerro mas temprano Steven - escuche una voz al final del pasillo, yo aun me encontraba en la oficina de William- hay que revisar, lo de siempre tu arriba yo abajo.
-ok- respondió una voz gruesa que yo creo es Steven.
Se escucharon pasos, y lo peor es que se dirigían a donde yo me encontraba.
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Infiltrandose en el corazón de William Petroff.
ActionLa misión de Alison era sencilla infiltrarse en la empresa Petroff. Pero y si el destino le jugaba una mala pasada y no resultara ser tan fácil infitrarse y salir ilesa de eso; Alison Smith no contó que con el transcurso de su misión encontraría e...