Hollywood Hills, Los Ángeles, California.

23 0 0
                                    


ACTUALIDAD

Diciembre 2017


El chico de ojos azules deja caer su maleta sobre el frió mármol, el clima en california es bochornoso, se saca la camisa mientras que se abalanza sobre su enorme cama king size, por un momento solo observa el techo blanco pero después se cubre el rostros con ambas manos, parece que serán dos meses de paz en su también enorme casa antes de que empiece la gira por Europa; recuerda las palabras del nuevo relacionista pública de la banda "Nada de desmadres durante el descanso", sabe que ni Noah, Dougie o Ethan son capaces de hacer caso alguno a esa orden, son White lines especialistas en romper reglas; de hecho existe una canción compuesta por los cuatro sobre eso, Jason piensa en la última semana y como Ethan se volvió loco después del entierro de Roger, aun recuerda el olor del cementerio , el pensamiento constante de la muerte y si realmente existe un cielo o un infierno ,"muerte", al final de la vida la muerte es lo que hay, no se llevara los millones en su cuenta, no importan las casas, no importa nada; a veces se pregunta si realmente está viviendo el sueño o todo es una mierda fantasiosa, no se queja su vida sin fama podría ser peor, a diario culpa a su madre por crearlo sin corazón, cierra por un momento los ojos el silencio es sepulcral , el chico de los brazos tatuados reflexiona el hecho de que ya tiene veintisiete años y está igual de solo que cuando era pequeño, por supuesto tiene tres mejores amigos que se encargan de aligerar el peso de la soledad con un montón de mierda divertida, si, su vida no esta tan jodida, es solo que esta encaprichado o ¿enamorado? ¿pero acaso se le puede llamar amor a un recuerdo?, piensa en su nariz salpicada de pecas, su cabello despeinado después de hacer el amor sobre la barra de cualquier Penthouse de la ciudad, la manera en que sonreía para él y cuan divertido fue el día que ambos saltaron por el acantilado de Sunset Cliffs en San Diego, de cómo ese día después de tener una discusión ella mordió cada tatuaje de su espalda, "Jodida mierda" grita, "¿Dónde demonios te metiste?", es un hecho de que ni con todo el dinero podrá encontrarla ya han pasado cuatro años y parece que se la trago la tierra, toma su celular y envía un mensaje más a ese número, tal vez un millón no son suficientes, marca, y como siempre, está apagado, sabe que es una estupidez que ella es una puta y seguramente justo ahora está persiguiendo a alguna otra banda, se la puede imaginar con algún cantante coreano de K-pop, las mujeres ahora escuchan eso, vuelve a repetir la palabra puta para sí mismo, pero se da cuenta de algo "Helen es una puta pero es la puta a la que extraña". 

Después de ÉLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora