14-"COMPATIBLES"

17 0 0
                                    

WILL

Esta temporada del año es jodidamente fría, es por ello que cuando despierto y siento el cuerpo de Helen pegado al mío agradezco ya que estamos tan juntos que la temperatura es todo menos fría, su espalda está pegada a mi pecho , mis brazos rodean su estomago, puedo escuchar su respiración, estoy tan jodidamente feliz de esto que si fuera bueno componiendo le escribiría una maldita canción después tendría sexo con ella, mucho sexo, ok, debo de dejar de imaginar eso, mi entrepierna no se lo toma bien, además no ayuda el hecho de que acabo de despertar, digo, soy un hombre normal , tomo dos respiraciones profundas para tranquilizarme cuando lo consigo paso mis dedos por su brazo, su piel se pone de gallina, me muero por besarla pero aun sigue durmiendo así que beso su cuello ligeramente y es una locura cuando noto el lunar ahí, ella se tensa un poco pero cuando despierta completamente veo como una sonrisa se dibuja en sus labios, me recibe con voz ronca , enserio quiero besarla.

—Buenos días, ¿siempre voy a amanecer con tus manos tentonas sobre mi?... —sonrió porque acaba de utilizar la palabra "siempre" pero no lo resalto en voz alta.

—mis manos y mi boca... si supongo que sí.

Ella se gira y me abraza, algo dulce, la verdad es que debo conseguir un baño rápido pero puedo soportarlo un poco más, Helen nos enreda mas entre las sabanas, me lamento porque comúnmente no uso camisa para dormir pero ayer hice una acepción ya que estábamos a menos cero grados, permanecemos en un silencio cómodo por unos segundos mientras siento su respiración en mi cuello.

—Gracias.

Por un momento me desconcierta lo que dice, aun hay muchas cosas que no se de ella pero intentare averiguarlas, seguro que lo hare.

—¿Por qué? —pregunto mientras intento que me mire pero sigue protegida en mi cuello.

—si ayer no te hubiera encontrado seguro hoy estaría más traumatizada, gracias por quedarte conmigo, ya sabes un abrazo siempre es necesario...

—y besos..

—¿Qué? —sonrió por lo rojas que están sus mejillas, por fin he conseguido que me vea. —no sé de lo que hablas William.

—¿no sabes? —hace ademan de pensar.

—No. Recuérdamelo.

Esta chica está mal, me gusta su lado atrevido, primero parece tímida y después es una descarada como ayer cuando nos besamos, quiero volver a hacerlo, así que no lo pienso la giro y me pongo sobre ella sin dejarle caer mi peso solo me recargo sobre mis codos.

—entiendo tu indirecta de decirme que quieres volver a besarme.. —Frunce el ceño.

—¡tu quieres volver a besarme!.

— ¡Tu niña! ...

—¡eres muy egocéntrico William Thomas!.

—Y muy guapo..

Pone los ojos en blanco así que aprovecho para atrapar sus labios, ella reacciona y como ayer enreda sus manos en mi cabello, el maldito cielo, acaricio su mejilla con mi mano, nuestros labios se mueven al compas y no tardo en sentir esa nueva sensación de calidez en mi pecho, también reacciona mi polla mañanera por eso paro el beso, ella hace un puchero...

—tengo un pequeño problema así que voy a bañarme ahora. —si lo dije, ella abre los ojos de par en par y se ruboriza, beso su frente y me levanto cubriéndome el problema, tal vez no debería tener reparos al fin en algún momento ella me vera tal cual, su carcajada resuena por la habitación pero la ignoro sigo caminando mientras me cubro con ambas manos, cuando entro al baño me pregunto que tal vez no conozco a Helen lo suficiente que tal y ella es igual que Anna la hermana pequeña de Ronald pensando en conservar la virginidad hasta el matrimonio, no quiero pensar eso pero si ella nunca ha tenido novio ¿significa que nunca se ha acostado con nadie? O tal vez si, la forma en que lleva el beso me hace saber que ya lo ha hecho antes, de cualquier forma no importa yo la quiero a ella, abro la regadera y el agua fría me congela ¡si lo que necesitaba para dejar de pensar en sexo!.

Después de ÉLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora