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-Spanner, Irie...- hizo una pausa y una sonrisa se formó en su rostro – Byakuran...
Todos en la sala se quedaron petrificados mientras Tsuna sonreía con verdadera felicidad a los presentes. En el rostro de todos, la incredulidad era la emoción principal. Los tres mencionados se sentían completamente incapaces de despegar la vista o formular una respuesta al chico de los ojos castaño claro que los observaba detenidamente. Reborn observo con sorpresa a su alumno, nunca se había esperado semejante reacción y mucho menos que desbordara felicidad como lo hacía en ese momento. Lal que había permanecido afuera, observando desde el pasillo, parecía claramente frustrada ante la reacción del castaño.
Ese niño estaba tan loco como su maestro.
-¡¡¿Acaso estas ciego?!! -grito enfadada lanzando una patada al rostro de Tsuna, que estaba demasiado emocionado para notar que lo atacaban.
El chico fue a estrellar al marco de la puerta donde se escuchó un fuerte estruendo provocado por el choque con su cabeza.
-¿Se puede saber porque me pegas? -las lágrimas se mostraban ligeramente en sus ojos y llevo una de sus manos a la zona herida.
-¿Acaso no ves quienes son estas personas?
-No estoy ciego...-hablo con seriedad- se perfectamente quienes son ¿Cuál es el problema?
La peli azul se quedó en silencio ante la seriedad del chico, realmente parecía estar en sus cinco sentidos y reconocer a los sujetos frente a él, entonces ¿Por qué no lucia asustado? Ella lo había notado, como al entrar y observarlos apenas un poco su rostro se había llenado de miedo y pánico, entonces ¿porque ahora no había ni rastro de esas emociones? ¿Cómo es que las había olvidado en tan solo un segundo? ¿Por qué las sustituyo por felicidad pura?
-Tsuna...entra...-ordeno el Arcobaleno que ya caminaba aun sofá negro vacío frente a Byakuran e Irie, ambos sofás solo estaban separados por una mesita se madera negra que tenía justo en el centro un florero con rosas rojas.
Los tres chicos e incluso Giannini, permanecía sin moverse, solo sus cabezas se movían mientras seguían con sus ojos al chico de cabellos castaño encaminarse al sofá.
-¿Podrían dejar de verme así? -hablo con algo de nerviosismo, al momento que se sentaba al lado de Reborn.
El castaño observo la inmovilidad de Lal, la niña se paró junto al marco de las puertas con la clara intención de permanecer de ahí durante más tiempo, sin acercarse ni un poco. Podía ver cómo le afectaba estar rodeada de tanta gente que hacía que su recuerdos se desbordaran, sentía compasión de ella ya que a Lal le resultaba más difícil estar ahí ya que ella solo tenía memorias que nunca podría llegar a considerar ciertas o falsas, a diferencia de el mismo que lo había vivido en carne propia.
-Entra Lal...-Dirigió su vista a la niña – y cierra las puertas -agrego con seriedad.
La chica obedeció ante las únicas palabras coherentes que había escuchado salir de la boca del décimo Vongola y se adentró unos pasos para permitir que las puertas dobles tras ella se cerrara de un golpe, camino y se detuvo justo al lado de Spanner.
Tsuna le dirigió una mirada de agradecimiento a Lal y observo a los presentes.
-Pero esto sí que es una sorpresa...-el nerviosismo se hizo presente en su voz – no espere encontrarlos aquí.
El niño se puso de pie y camino a Spanner que permanecía sin moverse en la puerta.
-Parece que en el presente también eres más alto que yo...-hablo Tsuna usando su mano para medir la diferencia de estaturas que abarcaba varios centímetros – pero no has cambiado mucho...o más bien no cambiaras mucho en un futuro.
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Coperti Dal Cielo
FanfictionHace meses que regresaron de la batalla que tuvieron en el futuro, Tsuna ha tomado una decisión para proteger a su familia del peligro que presiente y junto con Reborn planea aceptar ser el Décimo Jefe de la Familia Vongola. ¿Sera tan fácil? ¿Que es...