Capítulo 3 los dos acontecimientos más esperadas del año

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La cena transcurrió tranquila, todos los habitantes comían alegres y los más atrevidos incluso contaban chistes y anécdotas divertidas que causaban carcajadas de todos los presentes.

Laurent se sentó enfrente de Sofia tras haberle arrimado la silla para cuando ella se había sentado.
Como buen caballero que quería demostrar ser.
Durante la cena, entre ellos todo habían sido miradas significativas tras algún comentario perverso o divertido por parte de algún amigo cercano al rey, cosa que a éste ponía más contento al ver que surgía química entre su hija y su futuro esposo.

Cuando todos acabaron de cenar, los músicos reales tocaron algunas piezas para bailar.
Laurent invitó a bailar a la joven quien sin dudarlo accedió.
A cada paso que daban al compás de la música, Sofia iba recordando poco a poco los movimientos exactos que le había enseñado su madre al cumplir los doce años.
La mujer había admitido que a su hija no se le daba nada mal aquello, por lo que también le enseñó a bailar tango y flamenco.

En uno de los vals que la princesa bailó con un habitante- que por lo que entendió era herrero,- no pudo evitar soltar una solitaria lágrima al recordar aquellos momentos en los que bailaba aquella misma pieza con su madre en aquel mismo salón donde ella estaba bailando.
Nadie se percató de aquello, o eso pensó ella.
Pero aquella nostalgia se le pasó tan pronto como estuvo de nuevo en brazos de su futuro esposo bailando.

La ceremonia acabó a altas horas de la madrugada, y Sofia ya estaba muy cansada. Así que subió a su habitación no sin antes ordenar que no fuera molestada.

A los pocos minutos de entrar, alguien llamó a la puerta.
Algo mosqueada, la princesa abrió, encontrando de nuevo a Laurent.

- Lo siento majestad. Pero necesitaba venir a confesarle algo- dijo el muchacho.

- No importa, pasa.

- Solo quería... confesarle que en realidad no soy quien tú crees.

Sofia lo miró con el ceño fruncido, sin entender lo que el muchacho trataba de decirle.

- Yo no soy un ser humano- completó Laurent.- Soy un vampiro.
Acto seguido, varios colmillos empezaron a salirle como por arte de magia de los laterales de la boca, al mismo tiempo que el rostro se le volvió más pálido.

La chica se quedó sin habla, pero al mismo tiempo se acordó del vampiro que había visto tras los matorrales aquella noche en el lago del bosque.

- Eras tú aquella noche, ¿Verdad?- preguntó temerosa por la respuesta que él pudiera darle.

- Si, fui yo- contestó con la mirada en el suelo.

- Eres una criatura hermosa- confesó la princesa después de unos breves instantes.-

- Gracias majestad

- Si... tal vez estés pensando si... yo aún sabiendo esto quiera... seguir con la idea de casarme contigo, y... respecto a eso, quiero aclararte que si, si que quiero. Me gustas desde aquella noche y... si, si tú me das el honor de compartir el resto de mi vida contigo, si.

Laurent quedó maravillado ante aquellas palabras, pero cabía recordar un pequeño detalle.

-Sólo... sólo hay un pequeño detalle que... deberías tener en cuenta.

-Y... ¿Cuál es?- quiso saber Sofia-.

- Que como vampiro que soy, hay veces que no puedo controlar mi sed, y... podría atacarte sin pretenderlo.

- Yo tengo la solución a eso.-Laurent la miró incitándola a que se la dijera- conviérteme en una criatura de tu clase.

Tras discutir seriamente aquello, ambos decidieron mantenerlo en secreto y Laurent convirtió a la princesa en una hermosa vampiresa.

Al dia siguiente, los dos contrageron matrimonio y fueron felices para siempre.

Fin

kira650

La princesa que se enamoró del vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora