Leyendas urbanas,relatos de terror y crrepypastas

AKA MANTO

Esta Leyenda japonesa tiene 2 versiones una más larga que otra, os contaré las 2

Versión 1:

Según la historia, Aka Manto es un espíritu vengativo que aparece en el último cubículo de los baños para mujeres, tanto públicos como en escuelas. Así pues, cuando una chica entra en un cubículo para hacer sus necesidades, una voz ominosa le preguntará “¿Qué prefieres, papel rojo o papel azul?” y en ese momento dos rollos de papel higiénico de los respectivos colores aparecerán frente a la víctima.

Si la víctima elige el papel rojo, Aka Manto aparecerá y despellejará viva a la víctima, dejándola retorciéndose de dolor, mientras su propia sangre la cubre a modo de capa, hasta que muere desangrada.

En caso de que la víctima elija papel azul, Aka Manto drenará toda la sangre de su cuerpo, haciendo así que la piel se torne azulada. Una vez más, la causa de la muerte es la pérdida de sangre, aunque mucho menos horrible que la otra opción.

Versiones alternativas

Otra versión dice que si la víctima elige el papel rojo, Aka Manto le cortará la cabeza haciendo que su sangre fluya por la espalda y así parezca que está usando una capa roja. Si dice azul, la agarrará por el cuello y la ahogará hasta que su cara se vuelva azul y muera de asfixia.

En otra versión, Aka Manto pregunta a la víctima si quiere una capa roja. Si responde que sí, Aka Manto le cortará la cabeza y le arrancará la piel de la espalda (la versión extendida dice que luego ata la piel sobre los hombros a modo de capa roja).

Una versión popular de la historia cambia la opción de papel rojo con un chaleco rojo:

Un hombre y una mujer policías fueron acudieron a una escuela después de que una estudiante informara de escuchar una voz masculina en el baño de las chicas. La mujer policía entró al baño, mientras que el hombre esperó fuera. Una vez dentro, preguntó una voz “¿Vamos a ponernos el chaleco rojo?”. El hombre policía, que estaba escuchando al otro lado de la puerta, escuchó a su compañera responder “Sí”. De repente se escuchó un grito y un fuerte golpe. Cuando el policía abrió la puerta del baño, se encontró a su compañera decapitada. Su sangre había empapado su chaleco, cubriéndolo de rojo.

La versión más “graciosa” de la historia dice que si la víctima pide papel amarillo, acabará con la cabeza dentro del inodoro que acaba de utilizar.

Origen

La historia se originó durante la Era Showa. Alrededor de 1935 hubo informes de un hombre con una capa roja que se ocultaba en las taquillas de una escuela primaria de Osaka, y en 1940 la historia Aka Manto ya estaba en circulación.

Hay otras historias sobre su origen. Una dice que proviene de informes de un vampiro con capa roja que aterrorizó el barrio de Okubo de Tokio con sus asesinatos. Otra historia dice que fue inventado por un banquero socialista que quería causar el pánico durante la Segunda Guerra Mundial. Ciertos elementos de la historia pueden haber venido de un Kamishibai (紙 芝 居 – una forma tradicional de contar historias en Japón que utiliza imágenes de gran tamaño o rollos) acerca de un caballero mágico con una capa roja.

Algunas personas dicen que, hace años, Aka Manto era un joven tan guapo que todas las mujeres se enamoraban de él de inmediato e incluso se desmayaban cuando él las miraba. Su belleza era tan abrumadora que tuvo que ocultar su rostro detrás de una máscara blanca. Esta situación le provocó muchos problemas y a causa del acoso constante juró vengarse de las mujeres. En algún momento, secuestró a una hermosa joven y nunca más fue visto.

Cualquiera que sea el origen, el Aka Manto no comenzó a aparecer en los baños hasta alrededor de la década de 1980. Se sospecha que los niños de la escuela primaria tuvieron algo que ver con eso.

En japonés, este espíritu asesino es conocido indistintamente como “Aka manto”, “Ao manto”, “Aka Hanten” o “Ao Hanten”. Como espíritu, aparece vestido con una capa roja y una máscara blanca y se dice que es tan encantador que las mujeres no pueden resistirse a él. Sin embargo la historia a menudo lo describe llevando una máscara dorada y capa con capucha.

Maneras de escapar

Si la víctima intenta pasarse de lista y elige un color diferente o permanecer en silencio, tratando de confundir a Aka Manto, un portal oscuro se abrirá en el suelo y unas manos blancas tirarán de ella arrastrándola hasta la más absoluta oscuridad.

Una posible vía de escape es correr fuera del baño en cuanto escuches su voz, pero dependiendo de la versión de la historia, esto no siempre es posible, ya que varias versiones explican que Aka Manto aparece delante de la víctima, bloqueando la única salida. Otras versiones afirman que durante la prueba, el cubículo es trasladado a un mundo paralelo, sellándolo con un poder sobrenatural.

La única opción que parece funcionar es decirle a Aka Manto que no quieres papel (o capa, según versiones).

Versión 2:

La leyenda de Aka Manto es una de las tantas leyendas japonesas más famosas de la cultura japonesa.

Aka Manto o el fantasma del baño de mujeres, se trata de una leyenda japonesa sobre un cruel y malvado espíritu femeninoque suele aparecer en el último retrete del baño de mujeres. Se trata del fantasma de una bella mujer, que cubre su rostro con una máscara ya que durante su vida fue duramente acosada y tras la muerte juró vengarse de todas las mujeres.

Según afirma el relato, cuando una mujer ingresa al baño, escucha una voz que le pregunta si quiere papel rojo o azul, si la desdichada elije rojo muere decapitada dejando un enorme charco de sangre y si elige azul muere estrangulada (de ahí el color azul). En caso de elegir cualquier otro color, unas horrendas manos saldrán del retrete y la arrastrarán hacia el mismo infierno…

Otra versión de la leyenda cuenta que el fantasma pregunta acerca de si se quiere colocar un chaleco rojo y ante una respuesta positiva, arranca la piel de la espalda de la desafortunada víctima.

La única forma de salvarse de las garras y la muerte de Aka Manto, es negarse a recibir cualquier color, tras lo cual desaparece sin dejar rastro. Es por eso que las mujeres no suelen ir con mucha frecuencia al último retrete.