Capítulo 3

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La falta de sueño de anoche me ha pasado factura, por poco me duermo en todas las clases que he dado esta mañana y no he tenido otra opción que tomarme dos cafés, aun así, sigo cansadísima.

Cuando por fin llego a casa después de las clases, Catcher me está esperando con la comida en la mesa:

-Hola- digo dejando el bolso en el perchero:

-Hola- dice y mira la mesa- siento no haber estado anoche, se que no te gusta dormir sola y por eso te he preparado esto.

Miro la mesa y veo una lasaña, que claramente es precocinada y una ensalda.

Me siento junto a el en uno de los taburetes y sonrío:

-¿Te encuentras bien?- dice mientras sirve los dos platos:

-Sí, solo que hoy no he podido dormir mucho, no he conseguido acostumbrarme de todo a el ruido.

-Seguramente dejarías alguna ventana abierta.

Desde ese momento dejo de escucharle, miro la lasaña y la revuelvo.Lleva años haciendo este tipo de cosas, me decepciona y se cree que metiendo al horno algo precocinado ya lo arregla, lo siento pero no.

Comienza a hablar sobre lo que ha hecho hoy en la universidad y yo lo único que quiero hacer es huir de aquí.

Me levanto de la silla y se me queda mirando:

-Lo siento estoy muy cansada- dejo la servilleta y dejo el plato sobre la encimera:

-Pero si apenas has comido.

-Lo sé, me lo comeré después, ahora solo quiero echarme un rato, no me encuentro bien.

Asiente y camino hacia nuesta habitación, me quito las botas y los pantalones y me hundo en las mullidas sabanas, y a diferencia de ayer, en apenas unos minutos me quedo dormida.

Me despierto algo aturdida y miro el reloj, son las 6PM en punto.Necesitaba dormir un rato.

Me levanto y veo que Catcher no está, así que respiro tranquila.Camino por la casa sin tener muy claro lo que hacer, miro mi bolso y veo como el libro asoma por este, así que sin pensarmelo mucho me visto y salgo de casa camino del parque.

Camino mientras escucho las risas de los niños y algún ladrido de perro, el viento de central park no cesa, y hace que las hojas caidas a el suelo se amontonen en pequeños monticulos a ambos lados de el camino.

No tardo mucho en llegar a el banco, así que me siento, cojo aire y sonrío, justo lo que necesitaba.Miro a ambos lados, con esperanza de encontrarme a alguien, pero sacudo esos pensamientos fuera de mi cabeza e intento concentrarme en el libro. Llevo unas 30 paginas adelantadas cuando noto que alguien se sienta a mi lado y sonrío:

-¿No has traido nada para leer?- digo y levanto la cabeza hacia Dan:

-No, me gusta ver como lo haces tu- me mira con una pequeña sonrisa en la cara y aparto la mirada hacia el libro, lo cierro y me coloco un mechón de pelo detrás de la oreja- el otro día no tuvimos mucha oportunidad de conocernos joven y amante de la lectura Caroline.

-¿Cómo sabes que soy amante de la lectura?- digo poniendo de nuevo el marcapaginas:

-Te lo noto- dice señalandome- soy muy bueno calando a las personas.

-¿A sí?- digo sonriendo:

-Claro, es mas, apostaría a que llevas gafas.

-Sí, las llevo- hace un gesto de victoria y no puedo evitar sonreir- pero no hay que ser un genio para saberlo, muchas de las personas que les gust la lectura, por no decir la gran mayoria llevan gafas.

Novela inacabadaWhere stories live. Discover now