I

18 1 0
                                    

  Era primero de Marzo, primer día de clases del año.

  Me levanté con la alarma, y con sueño me fui a duchar para luego vestirme e ir al instituto.

  Cuando llegué, Karin, mi mejor amiga, se abalanzó sobre mí.

  —¡¡Lindsey!! —Dijo emocionada. —¡Te extrañé tanto!
  —¡Yo también! ¡Casi tres meses sin ti no son lo mismo! —Le respondí.
  —¡Exacto!
  »Y bueno, ¿cómo has estado? ¿Qué hiciste en las vacaciones?
  —Oh, lo de siempre; una semana acampando con mis padres, y el resto de las semanas viajamos a distintos lugares. ¿Y tú?
  Karin me dió un enorme discurso de todas las cosas que había hecho en las vacaciones con lujo y detalle, y no alcanzó a terminar porque el sonido de la campana señalando el inicio de las clases la interrumpió.
  Al entrar al aula nos sentamos juntas en la primera mesa que estaba cerca de la puerta.
  No pasaron ni cinco segundos antes de que viniera Austin, la persona más desagradable del mundo, a molestarme con sus cosas.

  —¡Vaya, mira! ¡Lindsey y Karin se sentaron juntas! ¡Quién lo diría! —Dijo sonriendo.
  Tampoco es que eso me moleste tanto, pero hubo ocasiones en las que de verdad se pasaba. Por eso es que lo odio con todo mi ser.
  —¿En serio? No me había dado cuenta —le dije sarcásticamente.
  —¿No te das cuenta ni siquiera de quién tienes al lado? Creo que deberías ir al oculista...—dijo de la misma forma.
  —Y tú deberías ir al médico para que te trate el retraso mental.
  —Bien jugado —dijo riendo un poco antes de alejarse.
  —¡Esa fue buena! —Dijo Karin.
  —¡Al parecer ya tienes experiencia! —Dijo Dan, el mejor amigo que compartimos con Karin, y el que había estado escuchando esa pequeña conversación apoyado en el marco de la puerta del salón sin que ni Karin ni yo nos diéramos cuenta.
  —¡¡Dan!! —Dijimos con Karin al unísono antes de pararnos e ir a abrazarlo.
  —Oigan, ya sé que no nos vemos hace tiempo, pero ¿podrían no quitarme mi aire por favor? —Dijo Dan.
  —Oh, ¡lo siento! —Dijimos con Karin nuevamente al unísono cuando soltamos a Dan.
  Justo después de ese momento llegó el profesor, por lo que Dan tuvo que acabar la conversación.
  —Después seguimos hablando —dijo antes de ir a buscar un puesto libre.
  El profesor hizo la típica introducción de principio de año, nos habló de los horarios de la semana, las clases, y bueno, todo lo que se dice el primer día.
  Luego de un rato escuchando lo mismo de cada año, terminó el bloque y comenzó el tiempo libre.
  Junto con Karin y Dan salimos del salón y comenzamos a caminar en cualquier dirección mientras hablábamos.

  —Y bien, ¿qué hicieron en las vacaciones? —Nos preguntó Dan.
  —Yo hice lo mismo de siempre —dije.
  —¿Acampaste una semana con tus padres y las demás semanas fueron a otras partes? —Preguntó sonriendo.
  —Me conoces tan bien...—respondí imitando su gesto.
  —¡Oh, yo hice muchas cosas! —Dijo Karin.—¿Se las cuento?
  —Prefiero quedarme con que hiciste muchas cosas. No quiero escuchar un discurso de dos horas —dijo Dan bromeando, a lo que reí un poco.
  —¡Oye! —Dijo Karin al darle un pequeño golpe a Dan y luego a mí en el hombro.
  —¿Qué? ¡Es cierto! ¡Cuando has hecho muchas cosas, y cuentas todo eso, lo haces con todos los detalles posibles!
  —... No siempre...
  —Sí, siempre.
  —No... Cuando... esto...
  —¿Ves? ¡Admite que te cuesta resumir!
  —¡No me cuesta resumir!
  —¿Ah, sí? Resume tus vacaciones, ya que comenzamos con el tema.
  —Bien... el primer día...
  —¡Ya empezaste mal! —Interrumpió.—Contar día por día lo que hiciste no es resumir. Sólo puedes decir las cosas que hiciste, o los lugares a donde fuiste.
  Karin sólo miró mal a Dan mientras él se aguantaba la risa
  —Bueno...—dije. —¿Y tú? ¿Qué hiciste en las vacaciones? —Le pregunté a Dan.
  —Sólo viajé a al campo de mis abuelos junto con mis padres. Lo de siempre.
  Hubo una pausa antes de que Dan dijera otra cosa.
  —¿Ves? Yo sí sé hacer resúmenes —le dijo a Karin, a lo que ambos reímos, y nos volvió a dar un pequeño golpe en el hombro.
  —¡Ya paren con eso! —Dijo Karin.
  —¡De acuerdo, de acuerdo cálmate! —Dijo Dan todavía riendo.
  Continuamos hablando sobre otras cosas hasta que sonó la campana y volvimos al aula. Después de otros bloques y tiempos libres, terminaron las clases del día y todos volvimos a nuestras casas.

  Al llegar a la mía, fui a mi habitación, y cuando llegué, vi que tenía una notificación de WhatsApp. Era un mensaje de un número desconocido.
  Abrí la conversación y me puse a leer lo que la persona había enviado.

  "—Hola.
  »¿Tú eres Lindsey?"

  No entendía muy bien lo que ocurría. Estuve pensando unos segundos antes de enviar algo.

  —Hola —envié.
  »¿Quién eres?
  En ese momento, la persona que había mandado los mensajes se conectó.
  —Me llamo Owen.
  —¿Te conozco?
  —No. Pero conoces a un amigo mío.
  —¿Quién?
  —Austin Clark.
  —¿Es tu amigo?
  —Sí. Él me dió tu número.
  —¿Por qué?
  —Pensó que nos llevaríamos bien.
  No sabía qué responder. Por un lado le creía a Owen, pero el hecho de que Austin estaba metido en el tema me hacía dudar.
  —No me crees, cierto? —envió.
  —No mucho, si te soy sincera...
  —Está bien, es comprensible, pero haré algo para que ese no se convierta en sí. Me gustaría conocerte.
  »Ya no puedo seguir hablando contigo. Si quieres hablamos mañana.
  »Adiós.
  —Adiós.

  Luego de eso, Owen ya no estaba en línea.
  No sabía muy bien qué pensar de todo esto. ¿Debía confiar en Owen? ¿Será como Austin? ¿Será alguien completamente distinto?

‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›

  ¡Bienvenidos de nuevo! :D

  Sé que este capítulo es algo corto, pero es como una introducción. El resto de los capítulos van a ser más largos :3

  Gracias por leer :3 <3

‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›

El mejor de los engañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora