II

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  Al día siguiente, al llegar al instituto, tenía una idea en mente.
  Por menos que quisiera dirigirle una sola palabra a ese imbécil, debo preguntarle a Austin si toda esa historia de Owen es cierta.
  Comencé a buscar a Austin, y fue bastante fácil. Estaba sacando algunas cosas de su taquilla, la cual estaba a simple vista.
  Me dirigí a él.

  —Austin...—dije
  —Oh, vaya! ¿Tú iniciando una conversación conmigo? ¿Qué te está pasando? —Dijo en tono burlesco.
  —¿Podrías dejar tu inmadurez de lado por un momento? Debo preguntarte algo...
  —Podría... pero no quiero. ¿Y qué me quieres preguntar?
  —Ayer... me llegaron mensajes de alguien que decía llamarse Owen, y dijo que había conseguido mi número gracias a ti, porque dijiste que nos llevaríamos bien... ¿Eso es verdad?
  —Ah, sí. Owen es un amigo mío. ¿Pero realmente te mandó mensajes?
  —Sí.
  —Vaya... Pensé que no lo haría.
  —Pero... todavía no entiendo por qué le dijiste que se llevaría bien conmigo...
  —Tú eres la única persona que conozco que se parece a él, y digamos que no es muy bueno haciendo amigos, así que quise ayudarlo un poco.
  —¿Tú ayudando a la gente? Debe ser muy amigo tuyo...
  —Bastante... somos muy cercanos.
  —Ajá... Sigo sin creerme esta historia al cien por ciento...
  —¡Oh, vamos, te acabo de confirmar todo! ¿Qué otras pruebas quieres?
  —No sé... Siento que hay algo en esto que no encaja...
  —¿Qué no encajaría en algo que te dicen dos personas?
  —Algo que me dicen dos personas; entre ellas, un completo desconocido del que con suerte conozco el nombre y un imbécil que no tiene derecho a ser de confianza. ¿Cómo sé yo que ésta no es otra de tus bromas?
  —... Mira... ¿querías que dejara mi inmadurez de lado? Pues ya es hora de ponernos más serios... Yo soy el único amigo de Owen, y aunque él trata de hacer como que no le importa, yo sé que se siente solo, y a menudo está deprimido. Además, él es muy tímido, y le cuesta entablar una conversación de más de un minuto con otra persona que no sea yo, y lo que yo conozco de ti, es muy semejante a él, así que le di tu número para que intentara ser tu amigo. Al principio dijo que no quería porque no le gustaba que otra persona le hiciera los amigos, pero ya ves que decidió hacer un esfuerzo. De hecho, te apuesto a que ayer inventó una excusa para no continuar hablando contigo después de haberte dicho quién era y todo lo demás.
  —... Sólo dijo que no podía seguir hablando...
  —Bien, ahí lo tienes. Esa fue su excusa... ¿No te dijo nada más?
  —Dijo que si quería hoy podíamos seguir hablando...
  —De acuerdo. Podrías iniciar tú la conversación, para demostrarle que tienes interés en ser su amiga, o para que sepa que le crees.
  No dije nada.
  —¿Ahora sí nos crees? —Preguntó.
  —... Supongo...—Respondí dudosa. 
  —No me sirven las dudas, quiero respuestas concretas. ¿Nos crees sí o no?
  —... Sí...
  —Bien. ¿Eso era todo lo que me tenías que decir?
  —Sí...
  —De acuerdo. Hasta luego —dijo antes de cerrar su taquilla e irse al salón.
  Estaba completamente sorprendida. Nunca había visto esa parte de Austin... Es la primera vez que lo veo tan serio... Parece que de verdad quiere ayudar a Owen...

  —¿Puedes decirme qué te pasó? —Preguntó Karin de la nada, a lo que me sobresalté.
  —¿Qué...? ¿Karin? ¿Hace cuánto que estás ahí?
  —Si con "aquí" te refieres al lugar en donde estoy parada ahora mismo, entonces la respuesta sería que acabo de llegar, pero si te refieres al lugar en donde estaba mientras veía a los dos hablando, sería por allá —dijo señalando con el dedo un lugar un poco más alejado de la zona. —Y ahora quiero que me expliques por qué estabas conversando pacíficamente con ese tonto.
  —Oh, es sobre algo que pasó ayer...
  —¿Qué pasó?
  —... Nada muy importante, ya lo resolví.
  —Si fuese algo no importante no te importaría contármelo.
  —Agh, es que... es algo personal... no de mí, si no que de otra persona...
  —¿Austin? ¿Estás protegiendo un secreto de Austin?
  —¡Claro que no! Es de otra persona... una persona que quizás sí merezca respeto, no como Austin... ¿En serio creíste que yo podría ocultar un secreto de Austin? ¡Hasta pareciera que no eres mi mejor amiga!
  —¡No me hablaste de que había otra persona metida en el tema! ¡Era lo único que podía deducir!
  —Agh, bueno pero ya no importa...
  —... ¿No me vas a contar?
  —¡No puedo! No sé si esa persona querría que te lo cuente, y no quiero correr ningún riesgo de parecer mala persona.
  —De acuerdo...
  Después de eso, sonó la campana y fuimos a clases. Cuando éstas acabaron fui a mi casa, luego entré a mi habitación, saqué mi celular, y abrí la conversación con Owen.

  Hola —envié. Unos segundos después Owen estaba en línea y comenzó a escribir.
  —Hola Lindsey
  Demoré un poco en responder.
  —Estuve pensando un poco, y ahora sí te creo. Ya no es necesario que tengas que hacer algo
  —Oh, de acuerdo
  —De que quieres hablar? —Fue lo primero que se me vino a la cabeza.
  —No sé
  —Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? —Pregunté unos segundos después.
  —Lo que más hago en mi tiempo libre es leer
  —Te gusta mucho leer?
  —Diría que sí
  »Es como una forma de olvidar todo y entrar completamente en mi mundo
  »Y a ti qué te gusta hacer?
  —La verdad a mí también me gusta bastante leer
  »Y también es por esa razón
  —Vaya
  »Y haces otras cosas?
  —Me gusta escuchar música.
  »También es una forma mía de olvidar todo.
  —Y qué tipo de música te gusta escuchar? —Preguntó.
  —Lo que más me gusta es el pop, pero igual me gustan todos los demás estilos, sólo que ese es el que más escucho.
  »Y a ti qué te gusta escuchar?
  —Cualquier cosa.
  —Vaya.
  »Eso me dice tanto jajja
  —Jaja
  Continuamos hablando un buen rato, aunque en realidad, hablamos casi todo el día. Cuando acabó la conversación fue cuando ya me empezó a dar sueño, y él también me dijo que estaba algo cansado, así que ambos nos despedimos por sueño.
  Hasta ahí todo normal, pero cuando vi la hora, salía que eran las dos de la mañana.
  Me había quedado hasta las dos de la mañana hablando con alguien que recién conocí ayer.
  Aunque en realidad no me quejo, porque hoy lo conocí mucho mejor, y creo que hasta podríamos llegar a ser amigos dentro de poco.

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El mejor de los engañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora