VI

5 1 0
                                    

  Traté de ignorar la posibilidad de estar comenzando a enamorarme de Owen, salí de mi casa, y me dirigí al centro comercial.
  Al llegar llamé a Karin para preguntarle dónde estaba.

  —¿Karin? ¿Dónde estás? —Pregunté cuando contestó.
  —Estoy en la cafetería, la del segundo piso.
  —De acuerdo, voy allá.
  Corté y fui hacia la cafetería.
  Al llegar al segundo piso dirigí la mirada a la cafetería, y pude ver a Karin haciéndome señas con las manos. Fui a la mesa donde estaba sentada.

  —¡Hola! —Dijo.
  —Hola!...—Le dije de vuelta tratando de ocultar mi desánimo.
  —... ¿Te pasa algo?...
  ... Intento fallido...
  —N-No, no me pasa nada...
  —¿Por qué siento que sí te pasa algo?
  —N-No lo sé... Pero no me pasa nada...
  —... ¿Segura?
  —Segura...
  —Bien...—dijo poco convencida.
  —... Y bueno... ¿Qué hacemos primero?
  —No lo sé... Podríamos pasar por las tiendas y después volvemos aquí para comer algo.
  —De acuerdo...
  Luego de eso, fuimos a varias tiendas, de las cuales Karin sacaba cualquier cosa que le parecía bonito para después comprar las cosas que le gustaban más.
  Y en cambio yo, no me compraba nada, y al mismo tiempo, estaba desconcentrada mientras mi mente estaba siendo invadida por pensamientos.
  Todos relacionados con Owen.
  Muchas veces Karin me preguntaba cosas, las cuales no escuchaba las primeras dos, o hasta cuatro veces, y tenía que gritarme para que la escuchara.
  Al terminar las compras, fuimos a la cafetería.

  —Lindsey... debo preguntarte algo...—dijo cuando ya nos habíamos sentado en una mesa.
  —... ¿Qué?...
  —¿Qué te ocurre? Últimamente estás muy cambiada... Cuando te digo algo estás tan desconcentrada que te lo tengo que repetir... Y no me digas que no te pasa nada, es obvio que sí te pasa algo...
  —Agh, es que... Tengo muchas cosas en la cabeza últimamente... No puedo pensar bien...
  —¿Pero qué tantas cosas tienes en la cabeza?
  —Esto... es complicado...
  —... ¿A qué te refieres?
  No contesté. No sabía qué decir.
  —... ¿Tiene que ver con las veces que casi llegas tarde? —Preguntó después de unos segundos de silencio.
  —... Sí...
  —Ya veo... Lindsey... no me importa si me lo cuentas o no, pero sí me importa lo que te esté sucediendo... Sea lo que sea que te está pasando, te está cambiando, y mucho... Según yo, sería mejor si solucionas eso pronto... Sinceramente, no me gustaría tener una amiga a la que le tengo que repetir las cosas que le digo porque no me está prestando atención... y tampoco me gustaría que se distanciara...
  Nuevamente no dije nada. No me salían las palabras. Tenía la mente bloqueada.
  —Yo me iré ahora... Hasta pronto...—dijo Karin antes de pararse de la mesa y dirigirse a la salida.
  Me quedé sentada por unos segundos, luego me paré, fui a la salida, y volví a mi casa.
  Karin tiene razón... Necesito dejar de desconcentrarme... Necesito saber si de verdad me estoy enamorando de Owen o es sólo una cosa del momento... Y para saber eso debo juntarme con él... en persona...
  Al llegar a mi casa tomé mi teléfono y abrí la conversación con Owen.

  —Hola —envié. Unos segundos después Owen contestó.
  —Hola! La pasaste bien en el centro comercial?
  —Sí
  »Puedo preguntarte algo?
  —Claro
  —Nos podemos juntar un día?
  Demoró unos segundos en contestar.
  —Esto...
  »Me gustaría, pero no puedo :/
  —Por qué?
  —Es algo personal...
  —Pero no puedes ningún día?
  —No, lo siento
  —Pero por qué? No te dejan?
  —No, es otra cosa
  —Pero si no es eso entonces qué es?
  Nuevamente, después de unos segundos, respondió.
  —No puedo decirte
  —Por qué?
  Esta vez demoró un poco más en responder algo que no me esperaba.
  —No te va a gustar saberlo
  —Qué? A qué te refieres?
  —La razón por la que no me puedo juntar contigo no te la puedo contar, porque no te va a gustar lo que te diga
  —Y cómo sabes eso?
  —Eso tampoco te lo puedo decir.
  —Y por qué?
  —Por la misma razón.
  —Agh, y hay algo en relación a esto que me puedas contar?
  —No, lo siento...
  Unos segundos después, me vino a la cabeza una idea que no me gustaba, pero que tenía varias probabilidades de ser cierta.
  —Todo esto fue un plan, cierto? —Envié.
  —Qué?
  —Tú y Austin son amigos, no? Esto pudo haber sido una broma planeada por él, y llevada a cabo por ti.
  No me respondió nada.
  —Lo sabía —envié.
  »No sé cuál habrá sido el objetivo de esto, pero realmente se pasaron.
  »De verdad pensé que eras una buena persona.
  »Al parecer estaba totalmente equivocada.
  »No quiero que vuelvas a hablarme, tampoco quiero saber nada de ti, y puedes decirle a Austin que se vaya a la mierda.
  Después de eso apagué mi teléfono.
  Inmediatamente después me llegó una notificación de un mensaje.
  Era Owen.
  No le presté atención, desactivé las notificaciones, y borré el contacto de Owen.
  Sentí lágrimas en mis ojos, pero no quería llorar, no valía la pena hacerlo por alguien que no se lo merece.
  Ese momento era como estar en una montaña rusa de emociones. Me sentía triste, decepcionada y enojada. No sabía qué pensar.

  Un rato después, revisé mi celular, y tenía más de 50 mensajes de Owen.
  Borré la notificación.

  Estuve todo el día en mi habitación. No volví a comer, ni a ir al baño por todo el día.
  Cuando llegó la noche, me puse mi pijama y me fui a acostar.

  Al otro día seguía igual de desanimada. No cambió mucho. Lo único distinto fue que ya no tenía notificaciones de mensajes de Owen.

  El Lunes, al despertar, me duché y me vestí, no tomé desayuno, y fui al instituto.
  Al llegar, me dirigí al aula y fui a mi puesto.
  Unos minutos después llegó Karin.

  —Llegaste temprano...—dijo.
  —... Sí...
  —¿Solucionaste lo que no te dejaba dormir?
  —... De cierta forma sí...
  —¿De cierta forma?
  —Lo solucioné, pero... no quedé muy contenta con el resultado...
  —Oh... No te preocupes, se te pasará y pronto volverás a ser la misma —dijo sonriendo.
  Le sonreí de vuelta, pero mi sonrisa era un poco forzada.
  Luego llegó Dan, y comenzamos a hablar los tres hasta que llegó la profesora.

  Ningún día de la semana fue muy distinto. Sólo estaba deprimida y sin ganas de varias cosas, pero por lo menos descubrí quién era Owen en verdad.

‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›

El mejor de los engañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora