IV

3 1 0
                                    

  Entré al instituto.
  Sentí que había algo mal.
  Algo del ambiente no encajaba, algo en mí, algo en los demás.
  Todos estaban muy distintos, como si hubiese retrocedido dos años.
  Decidí ir al baño para lavarme la cara y ver si después de eso todo volvería a la normalidad, pero al verme al espejo, se podría decir que me ví, pero no realmente.
  En el espejo podía verme, pero la que estaba en el reflejo no era la yo de ahora, si no que de cuando tenía 15 años.
  Tenía la misma estatura, el mismo aspecto, y lo que más me inquietaba, era que tenía exactamente la misma ropa que llevaba puesta en uno de los peores días de mi vida.
  De todas formas no descarté la idea de lavarme la cara, así que lo hice, pero seguía viendo a la versión mía de 15 años, así que lo hice de nuevo y de nuevo, y de nuevo, cada vez más confundida.
  Al ver que no tenía remedio, intenté pensar en qué me estaba pasando, pero no podía pensar bien; cada vez que tenía una idea con algo de sentido, más ideas venían a mi cabeza rápidamente, y no comprendía nada.
  Llegó un punto en el que me comenzó a doler la cabeza, pero era un dolor insoportable.
  Por suerte, no duró mucho, y de la nada, sentí que todo era completamente normal, pero seguía con el aspecto que tenía cuando estaba con 15 años, por lo que era como que por una parte era todo normal, y por otra era todo completamente incomprensible, pero la parte que más predominaba era la primera.
  Al sentir en mayoría que todo estaba bien, decidí salir del baño, y me dirigí al salón que usaba cuando tenía 15 años.
  Al entrar, me senté en la última mesa, sola.
  Recordé que en ese tiempo, como era el inicio del primer año, siempre estaba sola, todavía no había conocido ni a Karin ni a Dan, sólo conocía sus nombres.
  Luego de unos segundos después de haberme sentado, llegó una profesora, e hizo clases normalmente.
  Sabía que ya había vivido este día. Todo era igual; mi ropa, la clase trataba del mismo tema, y la profesora usaba las mismas palabras, las personas a las que le preguntaba cosas eran las mismas, también lo eran las preguntas y las respuestas, y lo mismo con la otra clase.
  Al llegar el tiempo libre, fui al jardín del instituto, y me senté en un banco que había ahí.
  Me quedé pensando un rato, pero de pronto comenzó a llover, y volví a entrar al instituto.
  Minutos después sonó la campana y comenzó el otro bloque.
  Todo seguía siendo exactamente igual al día con el que me dan ganas de llorar con sólo recordar lo ocurrido; las clases, la lluvia, las personas, las cosas que escuchaba.
  Cuando me dirigía a mi salón, fue cuando tuve miedo de lo que pasaría.
  Si todo era exactamente igual a ese día, sería todo, y en ese todo, está la "broma" de Austin que me da tantos malos recuerdos, y esa "broma" había ocurrido en el segundo bloque de clases.
  Al entrar al salón, pasó lo que me temía.
  Cuando todos me vieron, inmediatamente comenzaron las risas.
  Por una parte no entendía nada, y por otra sabía todo lo que me estaba por pasar.
  Austin tenía mi diario en su mano. Se lo estaba mostrando a todos.
  Fui rápidamente hacia él para quitárselo, y al lograrlo, fui corriendo hacia el patio, estuviese lloviendo o no, mientras escuchaba que casi todos estaban coreando "niña de cinco años".
  Al llegar al patio, estaba a punto de llorar, mientras esperaba a que pasara lo siguiente de ese día; Karin consolándome.
  Eso fue lo único bueno de ese día. Desde ese momento Karin y yo nos empezamos a conocer más, y terminamos siendo mejores amigas.
  Lo extraño, fue que la persona que llegó y me tocó el hombro para iniciar la conversación, no era Karin.
  Esa persona era como una sombra, era una silueta negra, que fue lo último que vi antes de abrir los ojos de golpe y descubrir que todo había sido un sueño.
  Me senté en mi cama, tomé mi teléfono, y vi la hora.
  Eran las cuatro de la mañana.
  Fui al baño para lavarme la cara, y por suerte, al verme al espejo, no había nada extraño, y en ese momento confirmé que lo "vivido" anteriormente sólo se trataba de un mal sueño, pero todavía tenía cosas que aclarar.
  ¿Por qué se sintió tan real? ¿Por qué la persona que vi antes de despertar era una silueta negra y no Karin? ¿Quién era? ¿Por qué su silueta me parecía tan conocida? ¿Por qué siento que esa persona era la única que no había retrocedido en el tiempo? La forma que tenía esa silueta... era como si la hubiese visto hoy... como si conviviera con esa persona cada día...
  Esa silueta... era muy parecida a... no... eso es imposible... No podría haber hecho eso... No tiene sentido...
  Intenté ignorar todas esas dudas y fui a mi cama para intentar dormir, pero no pude hacerlo. Estuve mucho rato tratando de dormir, pero en un momento sonó la alarma y tuve que ducharme y vestirme para ir al instituto.
  Cuando llegué, todo estaba normal, como cualquier día, lo que me tranquilizó un poco, pero aún así tenía mucho sueño.
  Fui al salón y me senté en mi puesto. Karin todavía no llegaba, pero Dan estaba en el lugar, y al verme entrar, se acercó a donde yo estaba y se sentó en el puesto de Karin.
  —¡Hola Lindsey! —Dijo al sentarse.
  —Hola...—Dije sin ánimo.
  —... ¿Qué te ocurre? ¿No dormiste bien?
  —No dormí casi nada...
  —¿Por qué?
  —Tuve un sueño muy extraño... En realidad fue como recordar lo que pasó el día de la "broma" de Austin, pero lo extraño fue que se sintió demasiado real, y...
  —... ¿Y?
  —Al final del sueño... lo más lógico que podría haber pasado era que Karin hubiese ido a donde yo estaba para consolarme, pero... en el sueño no apareció Karin... apareció algo como una silueta negra de alguien que ya conozco... alguien que no retrocedió en el tiempo en ese sueño...
  —¿Qué? Y... ¿no sabes quién era esa persona?
  —No... era una silueta negra... Cuando vi a esa silueta, fue por un periodo de tiempo muy corto... Un poco menos de un segundo... Después desperté de golpe y a partir de ese momento no pude dormir...
  —Vaya... ¿Y no tienes una idea de quién pudo haber sido esa silueta?
  —Sí, pero... es imposible que haya sido esa persona... es ilógico...
  —¿Quién es?
  —Oye, oye, ese no es tu puesto, ¡fuera! —Dijo Karin cuando apareció en el lugar de la nada.
  —¡Ya, tranquila! —Dijo Dan sonriendo levantando las manos a la altura de los hombros mientras se paraba. —¡Sólo quería hablar con mi mejor amiga!
  —¿Sólo tu mejor amiga? ¿Y qué soy yo? ¿Alguien del montón? —Dijo bromeando.
  —¡No podría decirlo mejor! —Dijo, al igual que Karin, bromeando.
  Karin se llevó una mano al corazón y puso una cara de indignación.
  —Jaja, mentira, te quiero! —Dijo riéndo al abrazarla, pero ella lo alejó.
  —Me pierdes —dijo sonriendo.
  —Ajá, sí, como si me perdiera de mucho —bromeó.
  —¡Oye! —Dijo al momento de darle un golpe en el hombro a Dan.
  —¡Ya, ya, cálmate! —En ese momento Dan se dirigió a su puesto.
  Luego Karin se sentó, y me miró por unos segundos.
  —... Te ves cansada —dijo.
  —No dormí bien, eso es todo...
  En ese momento llegó el profesor y comenzó la clase.
  El resto del día fue normal, y al llegar a mi casa tomé mi teléfono y le envié un mensaje a Owen.

  —Hola —le envié. Más o menos un minuto después Owen contestó.
  —Hola
  —Estás mejor?
  —Un poco
  »Gracias
  —No hay de qué ;3
  »Pero enserio estás bien como para hablar? Si prefieres hablar mañana no tengo problema
  —No, estoy mejor.
  »Además, ayer tuve muchas ganas de hablar contigo, pero no podía, y si te soy sincero, no puedo aguantar otro día ^-^
  —Jaja, la verdad me pasa lo mismo x3
  —Entonces continuemos hablando! :D
  —De acuerdo! :3

  Como la última vez que hablamos, nos quedamos hasta muy tarde hablando, pero no tuve tiempo ni de dormir, porque tuvimos que dejar de hablar ya que en un momento me di cuenta de que ya era la hora de ir al instituto.

‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›‹›

El mejor de los engañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora