Capítulo 9.

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Capítulo 9.

POV: Ágata.

»Los días pasan, uno tras otro, y te das cuenta de que la vida no se detiene ocurra lo que ocurra. Por dentro, sientes que el tiempo fluye demasiado rápido, o demasiado lento. Tus esperanzas, tus sueños y tus ilusiones se esfuman dejando un rastro aún caliente de “lo que siempre queda”. Y tienes que aceptarlo, aceptar que ya no volverá, que tus sentimientos deben morir con él y que tú debes continuar. Pero entonces piensas e imaginas una vida en la que él jamás ha estado, observas que gran cantidad de cosas han cambiado, pero sobre todo no sientes ese profundo dolor que por dentro te consume, te quema, te absorbe. Y nada volverá a ser igual, y lo sabes.«

–No pienses –me dice–, cierra los ojos, yo sé que sabes hacerlo –me coge de ambas manos y las apoya sobre aquel teclado–, hemos estado practicando esto mucho tiempo. Siente la música y olvida todo lo demás.

No empiezo a tocar inmediatamente. Sonrío aún con mis ojos cerrados y escucho como él toca una pequeña melodía para incitarme a tocar algo y me decido a empezar. No me hace falta abrir los ojos. Conozco las teclas, la melodía y el sonido de cada una proyectándose en mi cabeza. Se la he escuchado tocar muchas veces. Me la ha dedicado en más de una ocasión.

Él está justo detrás de mí. Me aparta el pelo de la nuca y lo echa para un lado. Me besa el cuello, pero yo no dejo de tocar. Un escalofrío viaja desde mi nuca por toda mi espalda. Solo cuando apoya su pecho en mi espalda dejo de tocar, pero coge mis manos y las vuelve a poner sobre el teclado.

–No te detengas ahora –me susurra.

Soy incapaz de no obedecerle e intento volver a tocar desde donde lo había dejado.

–Álvaro –le digo sin abrir los ojos–, te quiero.

Me besa el pelo y me acaricia la cara. Sé que eso significa “Yo también a ti”.

Pero la canción acaba y tengo que abrir los ojos. Le miro preguntándole qué tal lo había hecho y sonríe.

–Has estado genial.

Me besa en los labios. Le amo profundamente y él lo sabe.

–No estoy segura de si valgo para esto –le digo mirando el teclado–. Yo no creo que sepa tocar.

–Ágata –se agacha y apoya sus brazos sobre mis rodillas– , tienes talento. En poco tiempo podrás tocar con la banda.

–Oliver no creo que esté de acuerdo.

–¡Claro que sí! Qué tonterías dices –sonríe–. No te preocupes por él.

–Todos tenéis mucho talento y luego estoy yo, que no soy de vuestra familia ni soy de vuestro grupo de amigos. No sé si es buena idea.

Álvaro se incorpora y me coge de la mano. Salimos de su habitación y bajamos por las escaleras hasta el garaje. Allí están todos, incluido Oliver, pero nos ignora completamente.

–Álvaro, han llamado de la discográfica –dice Sara acercándose a nosotros–. Quieren que firmemos el acuerdo para el disco mañana.

–¿Y bien, qué dice Oliver al respecto?

–Ha dicho que si Ágata quiere unirse que lo haga ya porque la discográfica no va a esperar a que nos decidamos –y Sara me mira–. Quizá sea muy precipitado.

–No, no, ella está preparada –Álvaro me coge de la mano.

Sé que lo dice por la canción que acabo de tocar y la cual me ha dedicado tantas veces: I don't want to miss a thing de Aerosmith.

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⏰ Última actualización: May 17, 2014 ⏰

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