Capitulo IV

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¿Qué está pasando?

La sonrisa de Choi MinHo lo sorprendió en cuanto la vio ¿Era de él de quien escapaba Kim JunMyeon? No podía ser cierto, Choi era miembro de su club y nunca en su vida oyó que alguien se haya molestado con él. Pero al recordar el rostro de Kim y sus ropas hechas un lío, entendió que algo no andaba bien.

Uno ve caras, menos corazón, decía su abuelita.

—¿Qué se te ofrece Choi?—preguntó Yi Fan como si el otro no le hubiera mencionado antes.

—Estoy buscando a JunMyeon.—dijo acomodándose la corbata de su uniforme, acción que el más alto no dejó pasar.—Lo vi por aquí hasta que desapareció de mi vista.—el chico parecía nervioso.

—¿Lo estabas persiguiendo o algo así?—preguntó el chino cruzándose de brazos y apoyándose contra el marco de la puerta. MinHo lo miró un momento y se tambaleó con su propio cuerpo.—¿Solo has venido a eso?

—Yo...—tartamudeó el contrario. Yi Fan era sin dudas alguien temible cuando se lo proponía.

—Si es así, vete.—ordenó.— Y no, no he visto a ese idiota por aquí.—agregó antes de que el otro preguntara nuevamente.

Yi Fan no esperó a que MinHo diera media vuelta para cerrarle la puerta en la cara. El chico no era una mala persona pero desde el momento en que se presentó en la puerta en busca de Kim, se sintió intranquilo y desconfiado.

—Se ha ido.—anunció tras ponerle seguro a la puerta.—¿Me puede decir el cerebrito qué rayos pasó?—preguntó cuándo pudo ver que JunMyeon salía de su escondite.

El menor se acomodó en vano sus prendas, carraspeó un poco su garganta y se abrazó así mismo. Se veía indefenso, débil y muy asustado, una imagen que le recordó al viejo Kim JunMyeon cuando solo era un nerd más en la preparatoria.

—Gracias por ayudarme.—soltó cabizbajo.—Lamento que hayas visto algo como esto.—

Yi Fan sacudió su cabeza confundido y se acercó al más joven para poder hablar seriamente con él.

—Debes explicarme que te pasó.—pidió demandante.—¿Por qué tus ropas están así?—

JunMyeon se mordió el labio inferior y se abrazó más fuerte para no largarse a llorar en frente del alto, su rival y enemigo.

—Choi trató de tener sexo a la fuerza conmigo.—

Bien, aquello si lo tomó de sorpresa...¡Qué demonios acaba de decir este sujeto!

El menor lo miró de reojo y giró su cuerpo para que Yi Fan no viera su cara de vergüenza. Se sentía doblemente humillado, violado y amenazado. 

Choi MinHo, quien era muy querido en la preparatoria, vendía un personalidad tranquila y amistosa, pero desde hacía un tiempo, después de que JunMyeon acepto salir con él en algunas ocasiones, comenzó a ponerse molesto e irritable. A toda costa y a la fuerza,lo besaba y manoseaba a gusto como si al presidente del club de ciencias no le importara que lo hiciera. JunMyeon, ya cansado de todo aquello, le advirtió que hablaría con los directivos si seguía cometiendo idioteces; cosa que le hizo gracia al otro, pues éste tenía mucho dinero y una  reputación  excelente.

—¿Trató de violarte?—preguntó Yi Fan apacible para que el menor se sintiera más tranquilo.—¿Hace cuánto ocurre esto, Kim?—

JunMyeon tomó un respiro cortado y se volteó para ver a su contrario. Se veía tan vulnerable y asustado que a Yi Fan le parecía extraño estar en frente de la misma persona que lo atosigaba desde hacía un año. 

—Hace cuatro meses.—contestó el menor tomando asiento en una de las tantas sillas. Tenía frió y estaba agotado. Sus ropas rotas dejaban entrar la brisa otoñal por todas partes y sus pies cansados se habían hecho daño de tanto correr.—Y si, ha intentado violarme muchas veces.—

Muchas veces

—¡¿Qué?!—soltó Yi Fan completamente incrédulo—¡Dime que es una broma!—

JunMyeon negó con la cabeza, agachó la mirada y comenzó a sollozar del enojo ¿¡POR QUE NADIE LE CREÍA!?

Yi Fan, quien aún estaba confundido y aturdido, se acercó al bajito y comenzó a palmearle la espalda con un poco de desconfianza. Las lágrimas, y el llanto desconsolado del menor comenzaron a ser más violentos y desesperantes. El más alto no sabía cómo actuar y en un arrebato de inconciencia, no tuvo más remedio que de abrazar a su peor enemigo.

—¿Cómo pudiste permitirlo?—preguntó Yi Fan cerca del oído ajeno.—¿Cómo es que no lo has denunciado?—

JunMyeon levantó la mirada, se refregó los ojos e hipeó un poco antes de poder contestar.

—¿Crees que no lo he intentado?—dijo con dificultad.—Su padre tiene mucho dinero, sus notas son excelentes y es miembro de tu club, Wu.—soltó con indignación.—¡Jamás van a creerme!—y comenzó a llorar nuevamente.

Yi Fan a su lado, giró un poco su cuerpo y dejó que el menor descansara su cabeza sobre su pecho. Los brazos de Yi Fan a su alrededor, tan cálidos y protectores, lo hacían sentir seguro y refugiado.

—Ven—le dijo Yi Fan después de que JunMyeon lograra tranquilizarse un poco. —Ponte de pie y trata de mantener la calma ¿Si?—sugirió.—Las clases comenzarán dentro de unos minutos y tienes que estar bien.—y le ofreció una mano para que se pusiera de pie.

—Estoy muy cansado, Wu.—murmuró el menor aun apegado a su pecho.—No quiero ir a clases y mucho menos, con estas fachas.—y miró su camisa hecha un colador de pastas.

Yi Fan suspiró derrotado, Kim era el presidente de club de ciencias y el segundo promedio más importante después de Yixing. Saltarse clases no era lo mejor  pero no podía obligar al contrario si no se sentía bien y cómodo.

—Espera aquí.—susurró Yi Fan alejando el cuerpo de JunMyeon del suyo.—Buscaré algo en mi mochila.—

JunMyeon lo vio ponerse de pie y dirigirse en dirección a la puerta. Por un momento creyó que se iría y lo dejaría solo, pero en cuanto se asomó a un viejo perchero de metal cerca de la entrada, le volvió el alma al cuerpo.

—Ven aquí.—lo llamó estirando su mano para que JunMyeon se pusiera de pie.—Acércate y levanta los brazos.—le dijo con parsimonia. El menor, un tanto desconfiado y asustado, se acercó a Yi Fan y obedeció en cuanto estuvo frente a él.—Aquí vamos.—dijo, y con mucha paciencia (y algo de dulzura), el alto comenzó a pasar su suéter del uniforme por la cabeza del contrario.—Ya está.—sonrió.—Ahora nadie podrá fijarse en tu camisa rasgada.—

JunMyeon estaba paralizado; no podía creer lo que le estaba sucediendo. Wu Yi Fan, el chico a quien tanto odió en años anteriores y a quien cansó en demasía con sus pleitos innecesarios, estaba allí, junto a él, ayudándolo a vestirse y a sentirse mejor. Todo era muy extraño, ya que no habían pasado muchas horas desde que se vieron por la mañana, hablaron con Yixing en la oficina, y se enfrentaron cara a cara.

En un acto reflejo, casi sin pensarlo, JunMyeon se apegó al cuerpo del alto, colocó su cara en su pecho y lo rodeó en un abrazo reconfortante para sí mismo.

—Gracias.—murmuró apretando más el cuerpo del alto.—Muchas gracias.—

Yi Fan se quedó hecho una estatua y tardó en reaccionar. Agachó un poco la cabeza, suspiró entre cortado y correspondió el accionar de JunMyeon. Si alguien se los encontrara en esa situación, de seguro pensaría que ambos están locos.

<<Menos mal que la puerta está cerrada>>, pensó Wu <<¿Qué rayos está pasando?>>

Y se aferró aún más a Kim JunMyeon.

Detrás de la puerta [KrisHo/SuRis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora