— ¿Qué fue eso? —preguntó Caleb paranoico.
—No es nada, vuelve a dormir —dijo Mark ronco.
Pero Caleb no podía dormir, había oído el crujir de una rama, podía ser cualquier cosa, un oso, no, no había osos por ahí, tal vez solo era una ardilla, sí, eso debía ser. Aún no sabía cómo lo habían obligado a salir a acampar, el odiaba el bosque ¿Cómo era posible? Lleno de tantos peligros y cosas mortales, serpientes. Caleb odiaba a las serpientes, tenía ofidofobia.
—Deja de moverte —pedía Mark enfurecido.
Caleb miraba fijamente el techo de la casa de campaña, cuando finalmente cerró los ojos y pudo dormir. Pero cuando Caleb dormía paranoico sus sueños se tornaban un tanto aterradores.
Él estaba ahí, en terreno oscuro, no podía ver nada, solo oía cosas, una serpiente, no, no eran más. Las serpientes se acercaban, pero él no podía ver nada, podían ser diez, mil. Caleb encendió la lámpara que tenía en su mano. Estaba en una jaula, como un ave en cautiverio. Dio media vuelta y las vio, serpientes que intentaban entrar en la jaula, eran cientos de ellas, todas encimándose para poder devorar al joven de tez oscura. Las serpientes comenzaban a ingresar entre las ranuras de la jaula, eran enormes, o él era muy diminuto. La primera serpiente entró y abrió su gran mandíbula, enseñando los enormes colmillos, estaba lista para devorarlo.
Caleb despertó de golpe. Estaba bañado en sudor. Mark ya no se encontraba a su lado, y la puerta de la casa de campaña estaba abierta.
Estúpido, pensó Caleb. Cualquier cosa podía entrar mientras él dormía.
Caleb salió de la casa de campaña y pudo distinguir a Mark y Jessica, bañándose en el lago. Ambos sin ropa.
Caleb se enfureció, odiaba que ellos estuvieran juntos, él estaba enamorado de Jessica desde séptimo grado hacia cinco años que no podía declararle su amor a Jessica. Era una chica hermosa de ojos verdes y cabello color rojo, y su cara estaba llena de sutiles pecas.
— ¿Todo bien Caleb? —preguntó Dana que estaba sentada frente a la fogata —. Estás sudando bastante.
—Buenos días —decía Caleb intentando parecer despreocupado —. Sí, solo tuve otra de mis pesadillas.
Dana era la mejor amiga de Caleb, siempre estaba ahí para él, tenía unos grandes ojos azules y cabello color café, era bonita, pero no tanto como Jessica.
Caleb se sentó frente a la fogata.
—Es la tercera en la semana. Y todavía nos quedan dos días más aquí.
—Lo sé —dijo Caleb desconsolado.
Caleb era un chico soñador, siempre lograba recordar sus sueños perfección. Pero sus pesadillas las recordaba aún mejor. Su pesadilla más aterradora había sido aquella donde había ido a acampar con su familia. Él estaba en plena noche buscando a sus padres, estaba varado en el bosque cuando encontró una cabaña, al entrar pudo observar que estaba llena de rifles y escopetas, minutos después logro distinguir las cabezas de sus padres colgadas en la pared, y bajo ellas se encontraba el hombre que los había asesinado, "Steven Hardin", riendo como el psicópata que era.
Caleb suspiró al ver a Mark y Jessica.
—Sí, a mí también me llena de ira ver a Jessica con Mark. Ni siquiera son compatibles, ella es Leo y el Virgo, completamente incompatibles. En cambio tú, Aries, eres muy compatible con ella.
—Aquí vamos otra vez. —murmuró Caleb.
Dana era una chica muy supersticiosa, creía en los horóscopos y signos zodiacales. Cada cierto tiempo iba con gente que le podía leer la fortuna. Pero a Caleb le parecía absurdo, él era un hombre de ciencia, le apasionaba conocer más del funcionamiento del mundo sin meter los chacras y los espíritus.
Jessica y Mark se acercaron temblando con toallas envueltas en el cuerpo, era mala idea bañarse en el lago por las mañanas, el agua estaba a unos cinco grados centígrados.
—Buenos días —dijo Caleb.
Ambos lo ignoraron y entraron en sus respectivas casas de campaña por algo de ropa.
—Sí yo también la estoy pasando bien —murmuró Caleb irónicamente.
Jessica y Mark salieron vestidos y se sentaron junto a ellos en la fogata.
— ¿Cuál es el plan para hoy? —preguntó Jessica.
Llevaban cinco días en aquel bosque, y se habían propuesto hacer cinco actividades por cada día de la semana, sin contar el primero y el último: ciclismo, nado, caminata, pesca y exploración. El día de hoy tocaba salir a explorar.
—Hoyiremos a explorar —dijo Caleb con una sonrisa de nerviosismo en el rostro.
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El soñador de Rowtag
FantasyCaleb es un chico paranoico que odia salir de su zona de confort, prefiere quedarse en la seguridad de su casa en vez de salir a tomar aire fresco. Pero un viaje al bosque cambiara todo eso, anunciando que algo viene con sus comunes pesadillas. Una...